El presidente catalán en funciones, Artur Mas, ha cumplido con el primer paso de la hoja de ruta soberanista de Junts pel Sí al aprobar esta semana la resolución de inicio del proceso independentista, pero no ha logrado aún otro de los puntos, formar gobierno, puesto que hoy tampoco ha sido investido.

A la espera de si Mas logra convencer a la CUP para superar la reválida antes del 10 de enero, la hoja de ruta soberanista con la que Junts pel Sí se presentó a las catalanas del 27S tiene dos fases:

PRIMERA FASE

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DECLARACIÓN SOLEMNE DEL PARLAMENT DEL INICIO DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA: Junts pel Sí y CUP, con mayoría absoluta, ya aprobaron el pasado lunes, en el primer pleno de la legislatura de carácter extraordinario, esta resolución de inicio del proceso de "desconexión".

El texto demanda impulsar las leyes para las "estructuras de Estado" y señala que el proceso soberanista no se "supeditará" a las decisiones del Estado, en particular del Tribunal Constitucional -que ya ha suspendido la resolución-, al mismo tiempo que apela a negociar con el Estado la independencia.

GOVERN: Este paso también se ha abordado esta semana pero sin éxito, puesto que la CUP no ha permitido la investidura de Artur Mas en las dos votaciones que se han celebrado, una hoy y la otra el pasado martes.

El ejecutivo que plantea Junts pel Sí es uno presidido por Artur Mas -lo que rechaza la CUP- que, sin embargo, cedería peso en la gobernabilidad a tres personas más, que según fuentes de la coalición serían Neus Munté, Oriol Junqueras y Raül Romeva.

El ejecutivo tendría diversos ejes fundamentales de actuación, entre los prioritarios, la puesta en marcha de las "estructuras de Estado", la intensificación de los contactos con la comunidad internacional, la gestión ordinaria de las competencias autonómicas para salir de la crisis, crear empleo y luchar contra la pobreza y la exclusión social; y la negociación con el Estado y los agentes internacionales para la creación de la Cataluña independiente.

INICIO DEL PROCESO CONSTITUYENTE: Aún con la legalidad española vigente, Junts pel Sí prevé abrir un proceso participativo, que aún no se ha iniciado, para que la sociedad catalana empiece a elaborar el proyecto de una futura ''constitución catalana''.

PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA Y LEY DE TRANSITORIEDAD: Una vez finalizada la supuesta negociación y con las "estructuras de Estado" indispensables ya instauradas, se procedería a la "proclamación de la independencia", que pretende crear de facto el nuevo Estado.

En esta fase se ejecutaría la "desconexión" respeto al ordenamiento español y se aplicaría una "ley de transitoriedad jurídica" para evitar vacíos legales. Esta normativa sería una suerte de constitución provisional que permitiría una sucesión ordenada de administraciones -de la estatal a la catalana- y regularía elementos estructurales del nuevo Estado, desde el territorio, la nacionalidad o las instituciones de gobierno.

LEY DE PROCESO CONSTITUYENTE: Inmediatamente después de la entrada en vigor de la ley de transitoriedad se aprobaría la de "proceso constituyente", orientada a regular la fase parlamentaria y refrendaria del proceso de elaboración de la constitución, teniendo en cuenta las aportaciones ciudadanas del proceso participativo.

SEGUNDA FASE

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ELECCIONES CONSTITUYENTES: En un plazo máximo de 18 meses desde las elecciones del pasado 27 de septiembre, Junts pel Sí prevé la convocatoria de "elecciones constituyentes", que darían lugar a la correlación de fuerzas políticas que constituirían la ponencia constitucional encargada de elaborar una propuesta de constitución que incluya también las aportaciones ciudadanas.

REFERENDO PARA APROBAR LA CONSTITUCIÓN: El proceso de creación del nuevo Estado independiente culminaría con la aprobación de la constitución en un referendo.