La agencia de medición de riesgos Fitch ha rebajado dos escalones la calificación crediticia de Cataluña, desde BBB- hasta BB, situándola en la consideración de bono basura, debido a la aprobación, por parte del Parlamento catalán, de la resolución que da inicio al proceso independentista.

Fitch ha adoptado esta decisión al entender que este pronunciamiento de la Cámara catalana puede afectar a la relación de cooperación de la Generalitat con el Gobierno español.