El líder del PSOE, Pedro Sánchez, es el tercer candidato a la investidura como presidente del Gobierno que debe acudir a un segunda votación para intentar conseguir su objetivo, después de Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.

Pero a diferencia de ellos, a priori, no se prevé que Sánchez consiga tampoco en esa segunda votación los apoyos suficientes.

La candidatura de Sánchez ha sido rechazada hoy por el pleno del Congreso por 219 votos en contra, 130 a favor y 1 abstención, por lo que, de acuerdo con el artículo 99 de la Constitución, se ha convocado una nueva votación en el plazo de 48 horas, en la tarde del viernes.

Hoy necesitaba mayoría absoluta para ser elegido, pero el viernes ya le bastaría mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.

De acuerdo con las intervenciones de los líderes de los diversos partidos, no se prevé que Sánchez logre tampoco entonces los respaldos suficientes para ser elegido presidente, por lo que por vez primera desde la reinstauración de la democracia un candidato a la investidura no lograría la confianza del Congreso.

Los dos anteriores candidatos que necesitaron una segunda votación sí lo consiguieron.

El 20 de febrero de 1981 comenzó la sesión de investidura del candidato de UCD a presidente Leopoldo Calvo Sotelo, que había sustituido al dimitido Adolfo Suárez.

Tras la presentación de su programa y el consiguiente debate, logró 169 votos a favor, 158 en contra y 17 abstenciones.

Al no obtener la mayoría absoluta requerida, se procedió a una segunda votación el 23 de febrero que fue interrumpida por el asalto al Congreso del teniente coronel Antonio Tejero y dos centenares de guardias civiles.

Fracasado el intento de golpe de Estado, la sesión de investidura continuó el 25 de febrero y el candidato fue elegido presidente con más apoyos que en la primera votación: 186 votos a favor, 158 en contra y ninguna abstención.

El 8 de abril de 2008 comenzó la sesión de investidura del candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que optaba a la reelección tras los comicios celebrados en marzo de ese año.

En la votación del día siguiente no consiguió el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, ya que sólo contó con 168 votos a favor, mientras que 158 diputados votaron en contra y 23 se abstuvieron.

La segunda votación se celebró el 11 de abril y Rodríguez Zapatero fue elegido presidente por mayoría simple al contar con la confianza de 169 diputados, el voto contrario de 158 y la abstención de 23.