El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, ha dicho hoy que los sindicalistas de UGT se sienten "maltratados" y ha asegurado que "hubo una campaña de capital y de los poderosos para criminalizar el sindicalismo".

En su primera intervención pública tras ser elegido secretario general de UGT con el 51,1 % de los votos, Álvarez ha dicho que el primer compromiso es mejorar la participación y ha asegurado que se convocarán referendos para que participen los afiliados en las grandes decisiones que adopten los delegados.

Ha insistido en la campaña de criminalización y ha argumentado que "el capital y los poderosos saben que para arrebatar nuestros derechos primero tienen que acabar con el instrumento que los ha conseguido: las organizaciones sindicales".

Álvarez se ha comprometido a transformar el sindicato "pero sin ruptura con continuidad".

También ha dicho que se hará un plan de ahorro desde "la cabeza" a las bases de forma que se drenen recursos a quien más lo necesita.