Miguel Tejeiro, asesor fiscal de Aizoon, la empresa de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha asegurado hoy que era el exduque de Palma quien escogía a las personas que contrataba la sociedad que, según han declarado en el juicio de Nóos varios testigos, tenía empleados ficticios.

En la decimonovena jornada de la vista oral ante la Audiencia de Palma, Tejeiro ha señalado que era él quien determinaba el número de trabajadores necesarios para que Aizóon pudiera obtener beneficios fiscales por amortización anticipada de inversiones, pero la elección de los trabajadores y la actividad que se les encomendaba eran responsabilidades de Urdangarin.

"En todo caso, siempre debe firmarse un contrato entre el empleador y el empleado", por lo que el esposo de la infanta Cristina participaba directamente en el proceso de contratación de trabajadores, ha añadido.

Tejeiro, que comparece por tercer día ante el tribunal porque su declaración se ha visto interrumpida en dos ocasiones por la disputa jurídica sobre si está obligado a omitir información por secreto profesional, se ha defendido de las acusaciones del Urdangarin y su socio en Nóos, Diego Torres.

"El señor Urdangarin y el señor Torres han dicho barbaridades absolutas", ha afirmado el testigo, quien ha criticado a su cuñado y al esposo de la infanta por achacarle delitos de los que están acusados ellos y luego intentar callarle con la amenaza de querellas por vulnerar el secreto profesional.

Tejeiro ha hecho esta afirmación al hilo de las preguntas sobre la inclusión de gastos personales en la contabilidad de Aizoon y, a instancias de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, ha afirmado que se siente "amenazado".

Ello ha motivado la intervención de la presidenta del Tribunal, Samantha Romero, que ha recordado al asesor fiscal que está obligado a responder a preguntas relativas a cuestiones patrimoniales de los acusados que fueron sus clientes.

El juicio ha comenzado hoy con la queja del abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, sobre la imposibilidad de comunicarse con su cliente porque se le ha retirado el teléfono móvil, por lo que la jueza Romero les ha permitido sentarse juntos.