La incidencia de la gripe ha crecido ligeramente durante la segunda semana de marzo hasta los 189 casos por cada 100.000 habitantes, sin que se haya llegado al pico de la epidemia, con lo que estos signos de estabilización hacen pensar que nos encontramos ante una onda epidémica prolongada.

Según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, en la décima semana del año, del 7 al 13 de marzo, se observa una evolución creciente de la actividad gripal en las redes de Baleares, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Madrid y Ceuta, y es estable o decreciente en el resto.

La intensidad de la actividad gripal se mantiene en un nivel bajo y la onda epidémica sigue siendo de menor intensidad que la temporada 2014-15, si bien la circulación de virus de la gripe se presenta ampliamente extendida por todo el territorio sujeto a vigilancia.

Desde el inicio de la temporada se han notificado 144 defunciones por virus de la gripe confirmadas por laboratorio, 98,6 % por virus A y 1,4 % por virus B, y se han producido en quince comunidades autónomas. El número de fallecidos aumenta con la edad del paciente. El 90 % de ellos eran mayores de 44 años.

En cuanto a casos graves hospitalizados por gripe, se han contabilizado 1.847 procedentes de todas las comunidades autónomas y de las dos ciudades autónomas, de los que el 58 % son hombres.