El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, ha admitido este viernes que se reunió con el expresidente del Gobierno José María Aznar en 2014, pero no ha querido ir más allá en sus declaraciones acerca de la inspección fiscal que le abrió la Agencia Tributaria porque el ministro "no puede hablar de contribuyentes concretos".

La reunión de Montoro y Aznar se produjo el mismo año en el que concluyó con acuerdo la inspección fiscal que Hacienda abrió a Famaztella, la sociedad familiar del expresidente, por los ejercicios fiscales de 2008 y 2009, según confirmaron a Europa Press en fuentes cercanas a Aznar, que añadieron que la inspección se inició en 2013 y acabó un año más tarde, justo cuando se produjo el encuentro entre ambos.

Al término de la reunión del Consejo de Ministros, Montoro dijo que la reunión se produjo en 2014, "hace años", y que dicho encuentro "no tiene ningún relieve ni ningún efecto", al tiempo que afirmó desconocer "qué tipo de relación se trata de establecer".

En este sentido, aseguró que el ministro de Hacienda se reúne con mucha gente y que entra dentro de lo "normal" y de sus "obligaciones" reunirse con personas que han ostentado responsabilidades políticas en España porque su opiniones son "relevantes" y deber ser "escuchadas", "coincidan o no" con las de uno propio.

Dicho esto, señaló que él y "todos los funcionarios" de la Agencia Tributaria "tienen prohibido por ley" hablar de contribuyentes concretos, y añadió que la información fiscal es "reservada, confidencial y no puede ser pública". "No puedo ser más claro, más explícito y también más directo", reiteró, tras advertir a todos los funcionarios de Hacienda que no pueden hacer uso de ninguna información ni saltarse sus deberes de confidencialidad.

Por último, indicó que el Gobierno ha modificado esta legislatura la Ley General Tributaria para hacer pública la lista de morosos y los condenados por delito fiscal, y agregó que es "de lo que se puede hablar y lo que se puede conocer".