El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, avisó ayer al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que su proceso independentista está en "vía muerta", por lo que le pidió que no se quede "al margen" de las reformas de España, un ofrecimiento que declinó el jefe del ejecutivo catalán.

Puigdemont se reunió con Rivera en el Palau de la Generalitat durante una hora y media, y, si bien se desarrolló en un tono "cordial", sirvió para constatar las diferencias y los puntos de desencuentro entre un Rivera que rechazó de lleno la ruptura de Cataluña con España y un presidente catalán que mantiene intacta su hoja de ruta independentista.

El presidente de Ciudadanos advirtió a Puigdemont de que su proceso independentista es una "vía muerta y un callejón sin salida" que, además, genera "conflictos y tensiones políticas".

Por ello, le solicitó que la Generalitat "no quede al margen" de la reforma de la Constitución, que puede ser un "lugar de encuentro", ni del debate sobre el nuevo modelo de financiación o de las infraestructuras "estratégicas" para Cataluña.

Rivera alertó a Puigdemont de que, si los partidos independentistas "se quedan fuera de la mesa" de diálogo, será "malo" para Cataluña.