Asier Antona llegó a la sede "tocado". El semblante más desdibujado de sus comparencias públicas en los últimos años. Entró solo al edificio Las Torres. Arriba lo esperaba todo su equipo de trabajo. "Querían que la comparencia fuera en Las Palmas...", afirmó a uno de los periodistas. A los pocos minutos ya estaba de pie delante del atril. Sacó unas notas (que no el discurso) de su bolsillo y describió su sentir, "también de nuestro partido", con la despedida de su (ex) jefe, José Manuel Soria.

No hizo una defensa a ultranza del exministro. De su amigo. Al contrario, ahorró en calificativos, marcando claramente una línea imaginaria entre Soria y lo que ahora, a su juicio, es lo más importante: "el partido". Eso sí, por un instante recurrió al comunicado emitido por el propio dimitido para hacer hincapié en que "nada tiene que ver su renuncia con su actividad política; son cuestiones de su actividad personal y antes de su vinculación con las responsabilidades públicas", destacando además que "ha asumido en primera persona errores cometidos en relación a las explicaciones de todo lo que ha ocurrido".

En su discurso, pocas referencias más al dimitido. Prefirió centrarse en mandar un mensaje de tranquilidad a su propia gente: "No es un día para ruidos. He hablado con todos los presidentes del PP de las siete islas y les he pedido serenidad". A la misma altura puso la necesidad de "ser prudentes; no solo con lo ocurrido, sino con lo que va a ocurrir", en referencia, tal vez, al ambiente que se puede respirar tras el adiós del Soria, y se hizo más expresivo para reclamar "confianza en la fortaleza de nuestro partido, de nuestra organización".

Esa fue en realidad la línea argumental de Antona. Cabizbajo, pero mirando para delante: "En este partido sabemos cómo afrontar los retos y desafíos. Todos somos el Partido Popular y estoy convencido de que sabremos salir adelante". Lo primero de ese futuro, convertido ya en pasado, es aplicar "lo que dicen nuestros propios estatutos en su artículo 34", afirmó. Antona habló con María Dolores de Cospedal, también con el vicesecretario nacional de Organización, Fernando Maiño, "y hasta la celebración de la junta directiva regional" asume "las funciones de presidente".

Luego, a preguntas de los periodistas, tuvo que volver por obligación al exministro. Cree que Soria "ha acertado con dimitir. Valoramos esa decisión. Ha asumido los errores en la comunicación a la hora de explicar lo sucedido y se va para no perjudicar al gobierno ni al partido, es una actitud que le honra. Reconocemos su valía y trayectoria y valoramos positivamente el paso que ha dado".

Fue un apoyo casi diplomático. Es más, al ser cuestionado por si Soria le había defraudado, Antona se paró por un instante e indicó que "no es un tema de defraudar o no. Valoramos su liderazgo, pero más allá de las personas está el proyecto del Partido Popular y todos tenemos que trabajar para seguir creciendo como organización".

Domínguez descarta postularse al cargo

La gran esperanza del PP tinerfeño por edad y resultados, alcalde arrasador (14 de 21 ediles) de un municipio relevante del norte (Los Realejos), portavoz en el Cabildo y presidente insular, Manuel Domínguez, recalcó ayer a EL DÍA que, "en ningún caso", aspira a suceder a José Manuel Soria como líder de los conservadores en Canarias. Eso sí, y como le ocurrió hace menos de un año al aceptar la candidatura a la Administración de la Isla, dice que, si el partido se lo pide, en principio actuaría como hasta ahora, aceptando el reto y no contraviniendo las indicaciones y deseos de su formación.

En línea con Antona y otros dirigentes del PP canario, Domínguez realzó la figura de Soria durante su larga y, en gran parte, exitosa trayectoria como presidente popular en las Islas, si bien no quiso entrar mucho en los motivos de su dimisión. Se limitó a contextualizarlo en los errores de comunicación que el propio Soria asume desde que su nombre se vincula a los papeles de Panamá, pero sin ir más allá. De hecho, cree que basta con la dimisión y que no tiene por qué acudir al Congreso o a otra instancia a explicar su vínculo con sociedades opacas.

El presidente del PP tinerfeño tampoco cree que lo ocurrido afecte directamente a Mariano Rajoy. A su juicio, el partido no debe precipitar los acontecimientos y, como detalló ayer Asier Antona, ha de cumplir los estatutos, que el secretario general sustituya al hasta ahora presidente y que se convoque un congreso regional una vez se desarrolle el nacional, muy condicionado, por supuesto, a las más que eventuales nuevas elecciones y a la conformación del nuevo gobierno.

Domínguez subrayó que bastante responsabilidad tiene ya con su Alcaldía, portavocía en el Cabildo y presidencia de la formación en Tenerife como para aspirar, nada menos, que al liderazgo regional.

Antonio Alarcó, senador y portavoz en La Laguna, se limitó a remitirse a las palabras de Antona y a recalcar su gran concepto de la figura de Soria.

Escuche aquí la rueda de prensa de Asier Antona