El periódico ABC afirma hoy que Rafael Isea, exministro de Finanzas, declara a la Udef en Nueva York que Chávez firmó «sin ningún tipo de duda» el pago de 7 millones a la fundación de Podemos.

El exministro venezolano identifica al actual líder de Podemos como uno de los asesores que «a partir de 2007» visitó Venezuela «frecuentemente, participando en reuniones y programas de formación política, dirigidos por varios ministerios del Gobierno venezolano». También menciona al exnúmero tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, y a Jorge Verstrynge, asesor de la formación morada.

Rafael Isea declaró ante dos agentes de la Udef el pasado 12 de abril a las siete de la tarde en el Consulado de España en Nueva York, donde se desplazaron los policías españoles que investigan la posible financiación ilegal de Podemos. Se trata de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef), ante la que Isea ha solicitado el estatus de testigo protegido en la causa que se investiga en España. Actualmente el exministro, siempre según ABC, está en Estados Unidos tramitando una solicitud de asilo político. Según ha podido saber ABC, el testigo se declara como “perseguido político” por el Gobierno de Nicolás Maduro. El motivo, haber denunciado a altos cargos de su país por sus «relaciones con

Isea también señala un dato importante que confirmaron fuentes de la oposición venezolana a ABC: el no pago de impuestos por parte de la fundación CEPS. Los agentes de la Udef le preguntaron si existió «algún tipo de retención fiscal en este tipo de contratos», respondió: «Dudo que lo haya habido». La fundación CEPS repatriaba los beneficios a España, pero aquí estaban exentos de tributación porque, teóricamente, como ONG, no tenía ánimo de lucro, pese a que realizaban tareas de consultoría política propias de una empresa.

El dinero pagado a la fundación afín a Podemos serviría, según Chávez, para “estrechar lazos y compromisos con reconocidos representantes de las escuelas de pensamiento de izquierdas, fundamentalmente anticapitalistas, que en España puedan crear consensos de fuerzas políticas y movimientos sociales, propiciando en ese país cambios políticos aún más afines al gobierno bolivariano».