El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha respondido este lunes a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que los pitos al himno nacional no son "libertad de expresión", sino "mala educación", y se ha preguntado qué sucedería si ocurriese con el himno catalán.

Rivera ha incidido en que la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Así, se ha preguntado qué harían quienes el domingo pitaron el himno español en la final de la Copa del Rey si se recibiese con abucheos el himno catalán. "A mí, como catalán y español, me dolería exactamente igual", ha dicho.

En declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, Rivera ha subrayado que, al margen de posibles debates sobre sanciones y sobre legalidad, "hace falta un poquito de educación". "O mejoramos la educación o hacemos que los que generan odio no ganen en las urnas", ha dicho.

A su juicio, ese respeto es algo que hay que "trabajar duramente", porque considera que en Cataluña "se ha trabajado durante 30 años", en la educación y en los medios de comunicación, el odio a lo que une a los españoles. "Cuando uno fomenta, durante 30 años, el odio, la separación y la división acaba consiguiendo esto", ha resumido.

"UN ESTADIO NO PUEDE SER UN PARLAMENTO"

A su modo de ver, tendría que haber algún tipo de pacto para separar la política y el fútbol, porque un estadio es un escenario donde "no pasa nada pero un día puede pasar algo". "Un Parlamento es un Parlamento y un estadio de fútbol no puede ser un Parlamento", ha argumentado.

Para Rivera, es legítimo ser independentista, pero "con un mínimo de educación y de convivencia" porque, ha insistido, "un día puede pasar algo". Así, ha recordado que en otras ocasiones ha habido asociaciones repartiendo silbatos en la puerta para que se pitase el himno de España. Según ha dicho, el domingo había muchas esteladas (banderas independentistas catalanas), pero ha añadido que como él viene de Cataluña está "curado de espanto".

A su juicio, la sonrisa del expresidente catalán Artur Mas, de pie junto al Rey, cuando se pitó el himno nacional en el Camp Nou en 2015, "lo decía todo".

En cambio, ha dicho que este domingo no pudo ver la cara del presidente catalán, Carles Puigdemont, durante la pitada al himno en el partido entre el FC Barcelona y el Sevilla FC porque estaba sentado varias filas más atrás.