Los dos hermanos detenidos en Arbúcies por presunta financiación de la organización de terrorismo yihadista Dáesh estaban "totalmente integrados" en este municipio gerundense, según su alcalde, Pere Garriga, quien ha explicado que la esposa del mayor de ellos trabaja en el consistorio.

El mayor de los hermanos detenidos, de 33 años, está casado con "una chica de la localidad sin ningún elemento de identificación religiosa", en palabras de Garriga, y tienen dos hijas de 3 y 8 años escolarizadas, que se manejan en castellano y catalán.

Los dos hermanos han sido detenidos a primera hora de esta mañana por la Guardia Civil, acusados de colaborar en la financiación de Dáesh, según han informado fuentes próximas a la investigación, que dirige la Audiencia Nacional.

Estas fuentes han explicado que los dos hermanos trabajaban en mercadillos de la zona y que realizaban trabajos eventuales de pintores.

El alcalde ha confirmado que los dos hermanos tienen 33 y 22 años, que un tercero reside en un municipio vecino y que un cuarto desapareció "hace un año y medio o dos de la noche a la mañana, y después se supo que había muerto en combate en Siria".

"A partir de aquí, no sabemos si los dos detenidos empezaron dinámicas de radicalización y a recoger dinero para el Estado Islámico, pero seguramente es así", ha indicado Pere Garriga, que ha recordado que el hermano fallecido también estaba integrado en Arbúcies hasta el punto de que conducía "un autobús de línea, vestía europeo, hablaba castellano y catalán y no había ningún problema".

El fallecido en Siria también tenía hijos, según ha relatado el alcalde, quien ha reiterado que el mayor de los hermanos detenidos hoy lleva una década casado con una mujer natural de Arbúcies. "Así que todos llevan aquí doce o trece años, seguro", ha dicho.

Pere Garriga, quien ha sido informado de la detención de los dos presuntos yihadistas a las 04.30 horas después de que la Guardia Civil informase a la Policía Local, está convencido de que, "cuando la Audiencia Nacional realiza un despliegue así es con bases fundamentadas".

El alcalde ha asegurado que nunca había pensado "que esto fuese posible en Arbúcies", una población de cerca de 7.000 habitantes y con un 23 % de población inmigrante, porque "siempre ha habido una cohesión grande y toda esta gente ya es de aquí, puesto que los hay con hijos de hasta veinte años".

"Sabemos que en algún sitio tiene que pasar esto y nos ha tocado, pero tenemos que asimilarlo y no pasarnos de frenada, porque éste sigue siendo un pueblo turístico del parque natural del Montseny donde la gente es fantástica", ha destacado el alcalde.

Pere Garriga ha señalado que su misión es hoy la de tranquilizar a los vecinos y ha insistido en que "la convivencia ha sido lo habitual aquí siempre, porque la inmigración nunca ha supuesto un problema, ni ha habido discusiones ni debate".