El Partit Demócrata Catalá, la antigua Convergencia, se ha quedado sin grupo parlamentario en el Congreso por primera vez en su historia gracias a la abstención del PP, PSOE y Unidos Podemos y el veto de Ciudadanos, que reclamaba que no se hicieran "regalos" a un partido que busca romper España.

Quedarse sin grupo es un duro golpe tanto económico como de presencia en los debates y en el cupo de iniciativas. Con su paso al grupo mixto, CDC pierde las subvención por grupo parlamentario, en su caso, de unos 41.761 euros al mes, así como el derecho a conservar los seis asistentes con cargo al presupuesto del Congreso.

También se queda sin la sustanciosa subvención para el pago del envío de papeletas electorales a domicilio, reservado a las candidaturas que obtienen grupo. En total, aproximadamente unos tres millones de euros repartidos en una legislatura de cuatro años.

Salvo Ciudadanos, que ha defendido con vehemencia su rechazo al grupo de CDC en la Mesa del Congreso como respuesta al desafío independentista del Parlamento de Cataluña, el resto de partidos han justificado su abstención bajo criterios estrictamente jurídicos y de aplicación del Reglamento de la Cámara.

Ha sido la explicación de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que ha argumentado que CDC no cumplía el requisito del 15 por ciento de los votos que marcan las normas, ni en cada una de las provincias catalanas, ni en el conjunto de la comunidad, donde la candidatura independentista se quedó en el 13,92 por ciento de los sufragios.

Pastor ha descartado cualquier interpretación política de la decisión y ha remarcado que no existía ningún precedente en pasadas legislaturas que avalara el visto bueno de la Mesa.

Opinión que no comparte el portavoz de CDC, Francesc Homs, que está seguro de que los ocho diputados de su partido han "pagado" las consecuencias de la reciente resolución del Parlament que abre la puerta a una declaración unilateral de independencia.

Homs, que ha recibido la decisión "con un punto de honor", ha sugerido incluso que detrás del veto está el pacto que el PP busca con Ciudadanos para obtener un sí a la investidura de Mariano Rajoy.

Los ocho diputados independentistas catalanes se registrarán ahora en el grupo Mixto y no se plantean hablar con ERC para poder unirse al suyo, una opción que hasta ahora los republicanos habían desechado.

Además, Homs quiere ver si arranca la legislatura porque por ahora tiene la impresión de que Mariano Rajoy y el socialista Pedro Sánchez han comenzado ya una nueva campaña para las terceras elecciones.

En el otro extremo, Ciudadanos se ha felicitado de que con sus dos votos en la Mesa se haya acabado con el grupo de Convergencia después de casi 40 años de democracia.

Ignacio Prendes, vicepresidente primero del Congreso, ha criticado que el resto de partidos hayan mirado "para otro lado", "se hayan puesto de perfil" y no hayan rechazado con su voto el grupo de un partido que apuesta por la "insumisión" y la ruptura de España.

"Han sido los dos votos de Ciudadanos los que han impedido que CDC tenga 3 millones de euros y los privilegios de los grupos", ha denunciado.

Idea que ha repetido también el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que se ha mostrado "orgulloso" de ser el líder del partido que ha impedido que tres millones de euros de ayudas "acaben en el bolsillo de Artur Mas" y que un grupo separatista tome la palabra de forma separada en los debates.

Desde Podemos, Íñigo Errejón ha justificado la abstención de su partido al grupo de CDC en el hecho de que los convergentes habían elegido como "socio" al PP, aunque finalmente los populares les han "fallado".

Cada grupo de diputados, ha recordado, es "soberano" para tomar decisiones, y CDC tomó la suya "de intentar la vía por el PP" que, al final, "no les ha salido".

Además del veto al grupo catalán, la Mesa del Congreso ha rechazado también definitivamente con los votos del PP, PSOE y Ciudadanos la solicitud de las "confluencias" de En Marea y A la Valenciana de formar un grupo separado.

Anticipándose a la decisión de la Mesa, En Marea ya había anunciado su integración en el grupo confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem, de forma que su número uno, Alexandra Fernández, será una de las portavoces adjuntas.

Por su parte, los cuatro diputados de Compromís en la candidatura de A la Valenciana pasarán al grupo Mixto, mientras que los otros cinco diputados de la lista se integrarán en el grupo matriz de Podemos, al igual que hicieron en la pasada legislatura.

Pese a ello, ambas "confluencias" no dan por cerrado el caso y acudirán al Tribunal Constitucional (TC) para defender su derecho a contar con un grupo parlamentario diferenciado.