La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha convocado para las doce del mediodía de este martes la reunión de la Mesa de la Cámara Baja que determinará si finalmente Convergència tendrá grupo parlamentario propio o, por primera vez desde la Transición, acaba en el Grupo Mixto junto con Compromís, Bildu y otros partidos minoritarios.

El grupo pedido por Convergencia, registrado con su nuevo nombre de Partit Demòcrata Catalàn (PDC), no fue reconocido por la Mesa del Congreso el pasado miércoles y quedó a la espera de que los independentistas argumentaran su solicitud.

El Reglamento permite formar grupo si se tienen al menos cinco diputados y, además, se reúne se supera el 15% de los votos en aquellas circunscripciones en las que se presentaron. Convergència, aunque logró ocho diputados en los comicios de junio, no alcanzó ese 15% en las cuatro provincias catalanas (quedó por debajo en Barcelona y Tarragona), y ni siquiera alcanzó ese mínimo en el conjunto de Cataluña (se quedó en el 14%).

Además, la formación que capitanea Francesc Homs en el Congreso, aunque concurrió a las elecciones con el nombre de Convergència, se registró como grupo con su nueva denominación, Partit Demòcrata Catalàn (PDC), pese a que aún no está autorizada por el Ministerio del Interior.

EL PARLAMENT LO MEZCLÓ TODO

Tanto el PP como el PSOE, que suman mayoría en la Mesa del Congreso (cinco de nueve votos), se habían mostrado abiertos a una interpretación laxa del Reglamento que permitiera que Convergència tuviera otra vez grupo, pero el pasado miércoles, el mismo día en que los independentistas dieron un paso más por la ruptura en el Parlament, todo quedó en suspenso.

En sus alegaciones, los independentistas catalanes apelan precisamente a la doctrina del Tribunal Constitucional para reclamar una interpretación favorable de los requisitos reglamentarios y apuestan por interpretar el umbral del 15% como una media de las cuatro provincias, lo que les da el 17% porque de esa forma el 23,2% de Girona y el 22,6% de Lleida compensarían el 12,2% en Barcelona y el 13,7% de Tarragona.

En cuanto al nombre, admiten que el PDC aún no tiene el visto bueno del Ministerio del Interior, pero indican que la denominación de un grupo parlamentario no lo exige y que su pretensión no supone vulnerar la legalidad.

La decisión de la Mesa del Congreso está en manos del PP y del PSOE, que tras la decisión del Parlament parecen menos proclives a dar una respuesta positiva. Este mismo lunes, el PP ha rechazado el grupo de CDC en el Senado, mientras que el PSOE se ha abstenido.

Ante la reunión de este martes, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha dicho que sería "preocupante" hacer gestos hacia CDC mientras sus diputados no censuran el desacato al TC que supone profundizar en la secesión. Desde el PSOE, la portavoz adjunta, Isabel Rodríguez, ha avisado de que sólo se dará grupo si los letrados avalan su legalidad.

Por el contrario, Ciudadanos ya ha anunciado que votará en contra y ha pedido a los mayoritarios que envíen a CDC al Grupo Mixto. Unidos Podemos-En Comú, que tiene otros dos votos en la Mesa del Congreso, no quiso apoyar a Convergència hace una semana en protesta por la negativa de la Mesa a dar vía libre a los grupos de sus confluencias (En Marea y A la Valenciana).

VENTAJAS DE TENER GRUPO PARLAMENTARIO

Desde la Transición, Convergència siempre ha tenido grupo parlamentario propio en el Congreso, en los últimos tiempos con Unió (CiU) y en la anterior legislatura como la coalición Democràcia i Llibertat (DL).

Tener grupo propio supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios. Quien lo constituye tiene garantizada su representación en todas las comisiones parlamentarias, en la Diputación Permanente y voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones; mientras que dentro del Grupo Mixto hay que repartirse tiempos de intervención y asientos en las comisiones.

En las sesiones de control, tener grupo propio posibilita entrar en los cupos de preguntas e interpelaciones al Gobierno, así como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos, pero en el Grupo Mixto todo ese ''pedazo de tarta'' debe distribuirse a partes iguales.

EN JUEGO, RECIBIR 42.000? AL MES

En el plano económico, por ejemplo, durante la anterior legislatura las fuerzas políticas que se constituyeron en grupo recibieron en el Congreso una subvención fija de 28.597,08 euros mensuales y otra variable, en función del número de diputados componían el grupo, que ascendía a unos 1.645,49 euros mensuales por escaño, lo que en el caso de CDC suponen más de 42.000 euros al mes.

Además, sólo habiendo conseguido grupo parlamentario propio se puede acceder al cobro de las subvenciones por envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña. Y las ventajas se prolongan para las siguientes elecciones, porque los que ahora lo consigan tendrán opción a presencia en los futuros debates electorales y planes de cobertura informativa de los medios públicos