El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, renueva la cúpula de su departamento, salvo Prisiones, con un equipo de confianza y de perfil político, que ha ratificado el Gobierno y al que sindicatos y asociaciones dan un margen de confianza tras la criticada gestión de Jorge Fernández Díaz.

Zoido ha mirado al sur para nombrar a su número dos, José Antonio Nieto Ballesteros, que se hace cargo de la Secretaría de Estado de Seguridad después de una trayectoria en el PP en la que ocupó la alcaldía de Córdoba entre 2011 y 2015 para luego ser elegido diputado y ejercer la portavoz de su partido en la Comisión de Administraciones Públicas.

Nieto, el más joven de estas nuevas incorporaciones, nació en la localidad cordobesa en Guadalcázar hace 46 años, abogado y con un perfil conciliador y dialogante, está bien considerado en las filas populares andaluzas, hasta el punto de que llegó a sonar en las quinielas como sucesor de Zoido en la presidencia del PP de esta región.

Al frente de la estructura más relevante de Interior -de la secretaría de Estado dependen las fuerzas de seguridad del Estado-, Nieto tendrá como interlocutores al nuevo director de la Policía Nacional, Germán López Iglesias, y al de la Guardia Civil, José Manuel Holgado Merino.

Otros dos nombramientos que se suman a la incorporación en la Dirección General de Tráfico (DGT) de Gregorio Serrano y del director general del gabinete del ministro, Francisco Luis Pérez, ambos sevillanos.

Permanecen en sus puestos, que también son de libre designación, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y la directora general de la Oficina de apoyo a las víctimas del terrorismo, Sonia Ramos.

Del Ayuntamiento de Badajoz, donde ha sido primer teniente de alcalde, López Iglesias, de 66 años, llega a la Dirección General de la Policía, un cuerpo que conoce por sus tres años como delegado del Gobierno en Extremadura, aunque ha reconocido que ahora sube un escalón más y tendrá que "sentarse y enterarse de como está la situación".

Una situación que no pasa por un buen momento en la Policía, que en los últimos meses se ha visto envuelta en la polémica por las acusaciones de supuesto uso partidista para que actuara teledirigida contra formaciones independentistas y contra Podemos.

O después de que algunos altos mandos (la mayor parte, ya jubilados) hayan destapado públicamente su pugna interna, incluso hasta llegar a los tribunales.

"Sanear" la Policía y afrontar la necesidad de más medios humanos y materiales son los principales deberes que los sindicatos le han puesto a López Iglesias, a quien no obstante le han ofrecido su colaboración y le han brindado su primer consejo: que se rodee y asesore de buenos profesionales.

José Manuel Holgado deja la toga para dirigir la institución más valorada por los ciudadanos, la Guardia Civil. De este viejo amigo de Zoido, un juez salmantino que ha desarrollado su carrera judicial en la provincia de Sevilla, destacan los que le conocen su "empatía y capacidad de relación" y su "trato cordial".

Y ya ha dicho cuál va a ser su método de trabajo, el judicial: "Toma de conocimiento del problema, análisis, valoración siempre motivada y resolución".

Para ello contará con la mano tendida de las asociaciones profesionales, que, sin embargo, le han exigido que esté a la altura de esa valoración que hacen los ciudadanos de la Guardia Civil y tome las medidas necesarias para que esté "bien pagada y bien dotada".

Gregorio Serrano, nuevo responsable de la DGT, llega a este organismo con la "espada de Damocles" del previsible aumento de la siniestralidad en este año y para ocupar el puesto que dejó hace unos meses vacantes María Seguí tras su dimisión.

De todos modos, Serrano, también sevillano, licenciado en Derecho y hasta ahora concejal en el ayuntamiento hispalense, afronta la gestión de la seguridad vial, un asunto que tradicionalmente ha concitado el acuerdo de todas las fuerzas políticas y sectores implicados.

Una asociación de víctimas de tráfico, DIA, ya ha puesto el grito en el cielo y ha considerado, en declaraciones a Efe, una "burla" y una "barbaridad" la elección de una persona sin conocimiento alguno en esta materia.

"Hemos salido perdiendo respecto a Seguí, que sabía bastante. No le vamos a dar ni un día, nos parece una burla", ha indicado el presidente de esa asociación, Francisco Canes, tras lamentar que se haya perdido la oportunidad de dar un giro importante a la política de Tráfico.