Un total de 68 cargos públicos y orgánicos del PSOE procedentes de toda España han lanzado esta tarde en Madrid un manifiesto en favor de que Pedro Sánchez se presente como candidato a secretario general, convencidos de que es el líder "moralmente legitimado para encabezar un proyecto de izquierdas".

A la ''cumbre sanchista'', que ha tenido lugar en un edificio de oficinas de la madrileña calle de Serrano, han acudido diputados nacionales, autonómicos y alcaldes, y en nombre de todos ellos han presentado el manifiesto el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Quico Toscano, el secretario provincial del PSPV-PSOE de Valencia, José Luis Ábalos, y la diputada asturiana Adriana Lastra.

Estos han destacado la "actitud insobornable" y la "inquebrantable posición frente a la injerencia de cualquier poder" que Sánchez mantuvo hasta su dimisión y le han pedido "que sepa que hoy es mucho más líder que hace tres años", cuando decidió optar por primera vez a la secretaría general.

A la reunión, en la que han tomado la palabra unas veinte personas, han asistido representantes de todas las provincias andaluzas, entre ellos el alcalde granadino de Jun, José Antonio Rodríguez, el de Dos Hermanas, el expresidente de la Diputación de Cádiz Rafael Román y la exconcejala sevillana y portavoz de las plataformas de militantes en defensa de las primarias, Nieves Hernández.

También los alcaldes de Calasparra (Murcia), José Vélez, y Xirivella (Valencia), Michel Montaner; miembros de la ejecutiva de los socialistas madrileños como Carmen López y Daniel Viondi y el portavoz adjunto en la Asamblea de Madrid, José Manuel Franco; el secretario general de Cáceres ciudad, Vicente Valle, y el secretario de Organización de los navarros, Santos Cerdán.

A "título personal" ha participado en el cónclave el exdiputado del PSC Román Ruiz, junto con la senadora asturiana María Luisa Carcedo, el alcalde de San Martin del Rey Aurelio, Ignacio Fernández Vázquez, la exdiputada por Guadalajara Magdalena Valerio y el que fuera miembro de la ejecutiva de Sánchez Iban García Blanco, de la federación de Castilla y León.

De los diputados ''díscolos'' que votaron en contra de la investidura de Rajoy han participado, además de Ábalos, la balear Sofía Hernanz y la gallega Rocío de Frutos, mientras que el vasco Odón Elorza no ha podido finalmente asistir, aunque ha enviado unas palabras de respaldo.

Tampoco han estado otras parlamentarias ''sanchistas'' como las independientes Margarita Robles y Zaida Cantera, por ser un acto de partido, mientras que la aragonesa Susana Sumelzo ha faltado por motivos personales, si bien las tres han subrayado que darán su "apoyo a Pedro si se presenta".

Ábalos ha destacado que no todos los que estaban hoy apoyaron a Sánchez en su día, pero que ahora tienen la "voluntad de participar en un proyecto de futuro" en el que él "encaja" como el mejor líder posible.

Tras negar que se trate de un "ultimátum" o una "forma de presión" para que Sánchez despeje las dudas acerca de su candidatura, el dirigente valenciano ha dicho que éste es "conocedor" de la iniciativa y ha subrayado que sus promotores no tienen "ningún afán de resolver nada pendiente", sino de "posicionarse con claridad" de cara al próximo Congreso Federal

El manifiesto ''sanchista'' reivindica el papel de la militancia y la necesidad de "empoderar a las bases" del PSOE: "Hay que escuchar a los militantes y la única garantía de que el partido marche por esa senda es que lo lidere Pedro Sánchez", ha dicho el alcalde de Dos Hermanas.

Adriana Lastra, por su parte, ha destacado el "clima de confraternidad" de la reunión y ha hecho hincapié en que este es un "proyecto incluyente y abierto a todo el partido, no contra nadie".

Aunque el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, ha asegurado esta mañana en Cuatro que veía el cónclave con "absoluta tranquilidad y respeto", la reunión ha molestado tanto a dirigentes cercanos a la presidenta andaluza, Susana Díaz, como a otros que trabajan por una "nueva vía donde esté todo el mundo", donde se enmarcan los exsanchistas Patxi López y César Luena.

La expresidenta del PSOE Micaela Navarro, una de las miembros de la ejecutiva de Sánchez que forzó su dimisión, se ha mostrado convencida de que lo que han hecho hoy los partidarios de que vuelva Sánchez "no ayuda" al partido, mientras que algunos parlamentarios que apoyaron a Sánchez hasta el final, pero que ahora creen que el futuro del partido no pasa por la "venganza" ni por el "enfrentamiento entre pedristas y susanistas", han calificado el encuentro de "esperpéntico".