El nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo hoy que él y su equipo se reservan el derecho "a discrepar de los hechos" en algunas ocasiones y pidió la misma oportunidad que tiene la prensa de emitir una "corrección" cuando comete un error.

En su primera rueda de prensa diaria, Spicer fue preguntado sobre su percepción de su función como portavoz: si considera que su trabajo es decir la verdad en la sala de prensa de la Casa Blanca.

"Es un honor hacer esto. Sí, creo que tenemos que ser honestos con el pueblo estadounidense. Pero creo que a veces podemos discrepar de los hechos", indicó.

"Vosotros estáis en el mismo barco, a veces publicáis algo que está mal y después publicáis una corrección. Nosotros deberíamos tener la misma oportunidad", dijo a los periodistas.

Spicer está en el centro de la polémica desde el pasado sábado, cuando en su primera comparecencia -sin preguntas- en la sala de prensa de la Casa Blanca regañó a los medios por "minimizar el enorme apoyo" que se vio la víspera en los actos de investidura del nuevo presidente, Donald Trump.

En esa ocasión, llegó a decir que nunca antes hubo tanto público en una investidura, "tanto en persona como alrededor del mundo", a pesar de que no hay cifras oficiales y de que las imágenes aéreas y los análisis de expertos apuntan a una cifra mucho menor que la que Trump estimó entre un millón y un millón y medio.

En la rueda de prensa de hoy, no se desmarcó de esas declaraciones, ni tampoco de las de la consejera presidencial, Kellyanne Conway, que el domingo dijo que el portavoz había ofrecido "hechos alternativos", algo que causó asombro e indignación de inmediato en medios y redes sociales.

"Si nosotros creemos que algo es la verdad y tenemos la información, vamos a informar, y si cometemos un error, lo corregiremos", dijo hoy Spicer.

"Los medios cometen errores todo el tiempo. Todos intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible en nuestras respectivas industrias", añadió.

Spicer, en un tono más cordial con la prensa que el sábado, se reafirmó en que la de Trump fue la investidura estadounidense más vista de la historia y pidió números que le disputen esa afirmación.

"Si me preguntáis por integridad... Una y otra vez hay intentos de la prensa para atacar a este presidente y denunciar que lo que dice no es verdad", afirmó, en unas declaraciones más suaves que las del sábado, cuando calificó de "vergonzosos e incorrectos" los intentos de algunos medios por "minimizar" el apoyo popular a Trump durante su investidura.