La Generalitat prevé dotar de una prestación económica que podría rondar los 400 euros para cubrir necesidades básicas a personas refugiadas durante el máximo de un año, una vez hayan finalizado el plan estatal de acogida, han anunciado este martes la consellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Dolors Bassa, y el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós.

Lo han anunciado en el marco de la presentación del Programa Catalán de Refugio, un plan de un millón de euros dirigido a que los refugiados alcancen la plena ciudadanía ante las "carencias" del plan estatal de integración, ha dicho Amorós, que no ha querido concretar la cuantía de la ayuda, a la espera de un pacto con los municipios.

El objetivo del programa, hecho con la ciudadanía, sociedad civil y mundo local siguiendo modelos de éxito en Islandia, Canadá y Quebec, pasa por facilitar la acogida a personas que hayan culminado el programa estatal de refugio en Catalunya sin haber alcanzado una autonomía suficiente.

Las ayudas, que no excederán la renta mínima de inserción (RMI) y no tendrán en cuenta prestaciones para la vivienda, se tendrán en cuenta de forma individual, por lo que en caso de grupos familiares el montante será superior y proporcional.

El plan empezará de forma piloto en mayo con un centenar de refugiados y 500 mentores, que son voluntarios del territorio que harán tareas de ayuda y seguimiento de los planes individuales de actividad (PIA) que deberán seguir los refugiados para integrarse a través del aprendizaje del catalán, búsqueda de trabajo y establecimiento de vínculos.