A un día de que concluya el plazo para presentar candidaturas, nadie duda ya de que el acuerdo entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es imposible y, según pasan las horas, la tensión aumenta y Podemos se acerca a ese límite en pleno incendio.

Así lo han reconocido fuentes de ambos sectores, que no ocultan que ya es casi imposible que Iglesias y Errejón no confronten dos proyectos políticos distintos en Vistalegre II.

Pese a ello, el número dos de Podemos no deja de insistir en que queda tiempo, en que alcanzarán acuerdos en algunas cuestiones y en las que no haya consenso, será la militancia la que vote y decida.

Es decir que sus propias palabras previenen ya ante esa posible votación en la que los inscritos tendrán que elegir entre el modelo de partido que propone Iglesias y el que defiende el secretario político.

Las señales que alertan de esa falta de acuerdo se han incrementado hoy en el Congreso, donde Iglesias y Errejón han mantenido una intensa discusión sentados en sus escaños, que no ha escapado al objetivo de los fotógrafos que estaban en el hemiciclo y han sido testigos de lo acalorado del debate.

Después, ambos le han quitado hierro a esa discusión que, según Iglesias, ha sido una "conversación normal"; a lo que Errejón ha añadido que cuando ambos hablan o debaten lo hacen "con pasión" y no pasa "absolutamente nada" entre ellos, siguen trabajando juntos.

No ha concretado, eso sí, de qué hablaban tan apasionadamente, porque "las cuestiones entre amigos y compañeros, entre amigos y compañeros se quedan", aunque hoy la imagen la hayan captado todas las cámaras.

Al pleno de esta tarde, Iglesias y Errejón llegaban ya con la tensión ''in crescendo'' dentro de Podemos, después de que ''pablistas'' y ''errejonistas'' ni siquiera hayan sido capaces de pactar dos de los asuntos que en principio señalaban como fundamentales: el documento de feminismo e Igualdad y la renovación de la Comisión de Garantías.

De hecho, el propio Errejón ha acusado indirectamente al secretario de Organización, Pablo Echenique, de haber adoptado en el equipo técnico encargado de organizar la Asamblea Ciudadana una decisión "unilateral", a la que se oponían ''errejonistas'' y Anticapitalistas.

Muy mal ha caído también en el sector de Iglesias que una de las más significadas ''errejonistas'', la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, haya dicho que con la decisión sobre la Comisión de Garantías Echenique ha dado un "golpe burocrático" en el partido con vistas a la Asamblea Ciudadana de febrero.

Errejón, además, ha desmentido "rotundamente" las informaciones que hablan de una conspiración interna para descabalgar a Pablo Iglesias, y ha aprovechado para lanzar un llamamiento a evitar las "acusaciones gruesas" y el "fango".

Porque lo que se merece Podemos, ha recordado, es entrar en el debate de fondo sobre su rumbo político y su modelo organizativo.

Poco ha dicho después de esas palabras el secretario general, Pablo Iglesias, pero ha sido suficiente: "Sólo voy a decir una cuestión con respecto a este asunto. Voy a trabajar para evitar que nadie convierta Podemos en un partido como el PSOE".

Con ese ambiente interno de fondo, el plazo para presentar los documentos políticos, éticos y organizativos para Vistalegre II, que deben estar vinculados a una candidatura a la dirección, concluye mañana a medianoche, y lo único que parece claro es que Errejón no disputará a Iglesias la Secretaría General.

Fuentes del sector ''pablista'' insisten en que también van a intentar el acuerdo "hasta el último minuto", pero no ocultan que lo empiezan a ver muy difícil.

Reprochan al número dos y a miembros de su equipo, como la responsable de Igualdad, Clara Serra, el "tono duro" que están empleando en sus últimas declaraciones públicas, y recuerdan sus palabras sobre que la unidad no se decreta a "toque de corneta".

Ven como una mala señal el acto que el secretario político ha organizado el próximo sábado en Madrid, día en el que comienzan las votaciones en Podemos, y la web personal que ha puesto en marcha Errejón, que interpretan como una web "de candidatura".

Si no fuera por este revuelo, hoy Podemos hubiera celebrado de otra forma el segundo aniversario de aquella "Marcha del cambio", en la que la formación morada consiguió atraer a decenas de miles de personas hasta la Puerta del Sol para reivindicarse como alternativa de Gobierno.

Probablemente, nadie en ese momento imaginaba que dos años después Podemos estaría lidiando con esta batalla interna.