El secretario de Análisis Estratégico de Podemos, Íñigo Errejón, ha asegurado hoy que aún no ha decidido si se presentará como candidato en Madrid, pero sí ha señalado que no está "en retirada", tras lo que ha marcado el objetivo compartido de "redoblar la apuesta" en las municipales y autonómicas de 2019.

En los desayunos de TVE, Errejón ha explicado que tras el proceso interno de Vistalegre II sus nuevas tareas en la dirección y en el Congreso le permiten estar "más descansado", "con posibilidad de mirar más allá de la próxima semana" y dedicarse a su trabajo sobre la posible reforma electoral o la protección constitucional de los derechos sociales en la Comisión Constitucional de la Cámara Baja.

Eso no supone que cierre la puerta a otras tareas, sino que puede trabajar -ha dicho- con "mirada larga" desde donde se le considera "más útil".

Anticipa que "esta vez hay que diversificar apuestas y apostar fuerte en municipios y comunidades autónomas para que después pueda ir bien en las generales", aunque subraya que, en cualquier caso, quien encabece las listas lo decidirán los militantes.

Errejón ha insistido en que no está en retirada ni en proceso de "rearme", que va a colocarse donde el partido considere que puede ser de más ayuda y que sigue "viendo las cosas de la misma manera", aunque el debate político ahora se da en el interior de la formación y no se traslada hacia fuera.

Ha admitido, por ejemplo, que si el delito de enaltecimiento del terrorismo, cuya supresión ha pedido Podemos, ayuda a combatir el yihadismo, habrá que "tener una discusión" sobre cómo conciliar el combate del terrorismo "sin perder derechos por el camino".

Al tiempo, ha defendido que "cada uno tiene una forma de expresar las cosas", pero que Pablo Iglesias, al decir en el Congreso que al presidente Mariano Rajoy "se la bufa" la labor del Parlamento, ha logrado "poner el foco" en algo relevante.

En este sentido, ha recordado que el Ejecutivo ha vetado hasta en 23 ocasiones iniciativas parlamentarias y con ello, a su juicio, está "abusando" de esa prerrogativa.

Ha instado también al Gobierno a asumir que "el paisaje ha cambiado" y ya no tiene mayoría absoluta, y a aprender a negociar si no quiere seguir perdiendo votaciones, como la del decreto de la estiba.

Errejón no defiende con tanta pasión como otros dirigentes de su partido las tesis contra "la trama" y ha reconocido que esas relaciones de poder endogámicas entre las elites económicas y políticas han sucedido siempre, y que el reto debe ser concretar "cuánto nos cuestan a los ciudadanos esas relaciones" y no un simple "combate moral contra la maldad".

Una de las lecciones que, según Errejón, debe aprender Podemos tras su asamblea ciudadana es cómo ser capaces de ser "transparentes sin ser obscenos" y de "contrastar ideas sin que se conviertan un espectáculo circense".

Cree que "se pueden coser las heridas" tras Vistalegre II y que la mejor forma de hacerlo es desempeñar tareas comunes y ser una organización que no discute sobre sí misma sino sobre los problemas del país y asuntos como la reforma electoral, las pensiones, los derechos sociales o la lucha contra la corrupción.

Tras el proceso interno, Errejón se ha mostrado "orgulloso" de que a pesar de que no logró los resultados que deseaba puede "mirar a todos los compañeros a la cara". "La mejor forma de coser después es el durante. En lo personal estoy orgulloso", ha concluido.