El juez José de la Mata ha autorizado el acceso a "la memoria física o virtual" del teléfono móvil de Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán, para proceder a su análisis y buscar pruebas de ocultación y blanqueo del dinero de la fortuna familiar desde que empezó a ser investigado en 2012.

Se trata del terminal que el juez de la Audiencia Nacional, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, le ordenó entregar en el juzgado pocas horas antes de acordar su ingreso en prisión incondicional y sin fianza el pasado martes.

En un auto, contra el que cabe recurso, el juez autoriza a la Policía el acceso "al contenido del dispositivo" y entiende que "la gravedad de los hechos que se investigan" hacen proporcional esta medida que afecta "al derecho a la intimidad personal".

"La naturaleza de las operaciones que desarrolla el investigado, caracterizadas por la interacción con numerosas personas ubicadas en distintas jurisdicciones, y la evidencia de que durante todo este tiempo ha continuado desarrollando actividades para situar sus bienes fuera del alcance de la jurisdicción, hace inviable la utilización de otros medios de investigación menos gravosos para los derechos fundamentales", argumenta De la Mata.

Por ello entiende que la "injerencia" sobre dispositivos de "almacenamiento masivo de datos" es en este caso "una medida absolutamente idónea", ya que servirá para tratar de acceder "a información relevante" para la "comprobación del hecho investigado".

Y es que esta diligencia, según el juez, "hace muy probable que puedan ocuparse documentos, mensajes o informaciones que contribuyan a esclarecer la auténtica naturaleza de tales operaciones".

El terminal quedó depositado en el Juzgado de De la Mata, en poder de la letrada de la Administración de Justicia, para ser precintado por la Unidad Tecnológica de la Policía, a la que el juez autoriza a que posteriormente proceda al "desprecinto, apertura y clonado del dispositivo telefónico incautado, así como el acceso a su contenido" para informar después del resultado "de los análisis que se realicen sobre su contenido".

Para garantizar "la autenticidad e inalterabilidad de toda la información a la que se acceda", el juez anuncia que citará a las partes para asistir al "desprecinto" en el Juzgado, en presencia de la Letrada de la Administración de Justicia.

Una vez retirado el precinto, "garantizando y documentando en todo momento la cadena de custodia", el móvil se entregará a la Policía para su análisis en los laboratorios policiales.

Además, el juez pide que quede reflejado en un acta "cuantas actuaciones de acceso y examen se verifiquen" y si se estima conveniente se adjunte "el correspondiente soporte informático mediante la realización de copias de pantalla".

También reclama a la Policía que haga "una copia de seguridad, mediante volcado, de cuanta información fuera objeto de análisis", que quedará bajo la custodia del Letrado de la Administración de Justicia.

Verificadas las operaciones técnicas, el efecto será precintado nuevamente por la Unidad policial investigadora y será depositado en el Juzgado para su custodia, añade el auto.

En cuanto a los correos electrónicos "cerrados" que pudieran aparecer, el juez específica que su apertura se hará "en todo caso a presencia judicial y de la Letrada de la Administración de Justicia" en dependencias del Juzgado y para ello se deberá citar "previamente al interesado quien podrá comparecer si lo estima oportuno o designar" un abogado que le represente.