La inestabilidad meteorológica vivida en los últimos días se aleja de la capital andaluza para que sevillanos y visitantes puedan dejar de mirar al cielo y disfrutar en todo su esplendor de su Feria de Abril más larga, que al ganar un día e incluir un puente nacional puede batir récords de asistencia.

Con nubes y algo de viento, pero sin la temida lluvia, el Real lució engalanado en su primera jornada de feria de día después del tradicional encendido del "alumbrao", en el que Curro, la mascota de la Expo 92, llenó de luz las 25.000 bombillas de una portada que reproduce elementos de la muestra universal sevillana con motivo del 25 aniversario de su celebración.

El trasiego de maletas en el centro, zona donde están la mayoría de hoteles, y los atascos en los accesos a Sevilla, principalmente desde Huelva y el Aljarafe sevillano, dan muestra de la gran afluencia que se espera durante los primeros días en una ciudad donde coger un taxi esta semana se vuelve casi misión imposible.

Mientras tanto, en el ferial, los miles de farolillos de papel que iluminan y caracterizan la fiesta aguantan las rachas de viento para cubrir los primeros paseos de caballo sobre el albero.

El desfile de mujeres vestidas con trajes de flamenca y de hombres con traje de chaqueta y corbata, como manda la tradición, ante las casetas rojiblancas y verdiblancas, dejan un año más la estampa típica de un festejo que conocido internacionalmente tras casi dos siglos de historia.

Aunque la feria atrae miradas de muchas partes del mundo, el hecho de que la mayoría de casetas sean privadas provocaba que muchos visitantes no pudieran ir más allá de pasear por el Real o intentar encontrar hueco en alguna de las abarrotadas casetas públicas.

Para abrirse más al visitante, el Ayuntamiento de Sevilla ha dispuesto, por primera vez en la historia, una caseta específica para acoger a los turistas, donde podrán asistir a actuaciones musicales diarias y catering, y tendrán a su disposición guías, un servicio de traducción e incluso el único cajero del recinto.

En esa línea también va la iniciativa de algunos hoteles sevillanos, que durante estos días prestan los trajes de flamenca a sus clientas japonesas, francesas o estadounidenses.

El cambio de hábitos que implica esta feria, al empezar un sábado en lugar de hacerlo el tradicional "lunes del pescaíto" -algo que fue respaldado por los sevillanos en una consulta popular-, parece haber funcionado bien ya que el servicio de transporte público refleja casi un 40 % más de afluencia en el "alumbrao" que el año pasado, según los datos facilitados por el Ayuntamiento.

El espíritu que se vive en el Real, convertido en centro neurálgico de Sevilla durante más de una semana, también se deja ver en otros puntos de la ciudad, como la Real Maestranza, donde las principales figuras del toreo defienden sus privilegios profesionales.

La Real Maestranza de Sevilla acoge hoy también a más de un centenar de carruajes de tradición en el XXXII Exhibición de Enganches, un concurso de enganches de tradición, restaurados y tirados por espectaculares caballos, que son los que posteriormente pasearán por el Real de la Feria.

Además, miles de personas harán su particular "preferia" en el Benito Villamarín, donde el Betis se enfrenta a las 16.15 horas al Alavés, aunque ya sin nada en juego.

Y para los no feriantes, que también los hay, siempre queda la posibilidad de abstraerse de los lunares y el rebujito paseando por el centro histórico de la capital andaluza, inusualmente vacío de público pero lleno de atractivos como siempre.