El acuerdo rubricado ayer entre los gobiernos central y vasco en torno al Cupo ha elevado el enfrentamiento hoy en la Cámara de Vitoria entre PNV, PSE y PP por una parte, que han avalado el pacto, y EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que han denunciado el "mercadeo" con un partido "corrupto".

Un día después del acuerdo entre los gobiernos central y vasco sobre el Cupo, este asunto ha acaparado la atención del pleno del Parlamento Vasco, cuyo primer punto del orden del día ha sido precisamente una moción presentada por EH Bildu sobre este tema.

Antes de comenzar la sesión plenaria, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha dicho sentirse "muy satisfecho" por el acuerdo, que refuerza el "sentido de bilateralidad" y de "autogobierno singular" de Euskadi, y beneficia a "todos los vascos".

La moción original de EH Bildu instaba al Gobierno Vasco a presentar ante el Parlamento una tabla negociadora del Cupo a pactar con el Estado pero, ante el acuerdo de ayer, la coalición soberanista y Elkarrekin Podemos han transado una enmienda modificando algunos de los puntos, que ha sido tumbada al votar en contra el resto de la Cámara.

"Corrupción del PP", "mercadeo", "cambio de cromos" y "subordinación del PNV" son algunos de los calificativos que han utilizado EH Bildu y Elkarrekin Podemos para arremeter contra los nacionalistas vascos y el Gobierno autonómico por haber firmado un acuerdo sobre el Cupo ligado a un apoyo a los presupuestos del Estado de un Gobierno del PP "austericida".

"Pueden venderlo como quieran pero lo que está claro es que el acuerdo del Cupo supone sacar adelante los presupuestos de un partido lleno de corrupción", ha denunciado Leire Pinedo (EH Bildu).

Ha subrayado que el Cupo hay que defenderlo "como país, más allá de partidismos", no como un "intercambio de cromos" entre PP y PNV "en despachos y sin transparencia alguna", que da aire a un Gobierno "acorralado por la corrupción". "Lo peor de todo es que al PNV le gusta este esquema de subordinación al Estado", ha dicho EH Bildu.

Elkarrekin Podemos también ha hecho una defensa del Cupo pero ha reprochado al PNV y PP que usen esta herramienta como "mera arma partidista" y como una "subasta de pescado" entre unos populares "podridos y ahogados por la corrupción" y unos nacionalistas "sin escrúpulos que solo miran por sus intereses propios".

Josune Gorospe (PNV), por su parte, ha incidido en que su partido siempre ha antepuesto los intereses de Euskadi a un posible daño de imagen y a la factura política que puedan costarle sus decisiones, pero ha opinado que el acuerdo del Cupo es entendido por la ciudadanía vasca.

También Alexia Castelo (PSE-EE) ha celebrado un pacto que pone fin a una década de discrepancias, y el popular Antón Damborenea ha lamentado que EH Bildu y Elkarrekin Podemos se opongan a un acuerdo porque haya sido pactado con el PP y con un Gobierno de Mariano Rajoy en el que "no ha habido ni un solo caso de corrupción".