La vicepresidenta del Gobierno y ministra para las Administraciones Territoriales, ha acusado este lunes a la Generalitat de Cataluña y a los partidos independentistas de "provocar" al Estado para lograr una "confrontación" que "movilice".

En una entrevista en ''Los Desayunos de TVE'' recogida por Europa Press, Sáenz de Santamaría ha apuntado que tanto el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum por parte del Gobierno catalán, como el acto organizado este domingo en Barcelona de apoyo con el lema ''Referéndum es democracia'', responden a una "estrategia de tensión" por parte de la Generalitat de Cataluña.

Según la vicepresidenta, debido a que el "apoyo social" a la independencia está "bajando", los partidos secesionistas "necesitan tensionar". Y, a su juicio, lo hacen para lograr una "estrategia de confrontación que movilice": "Se busca provocar y una reacción por parte del Estado", ha destacado. La necesidad de generar "tensión", ha dicho, pretende también "aglutinar" a los propios independentista ante "las grandes" diferencias que existen entre ERC y la antigua Convergencia.

Sáenz de Santamaría ha afirmado que esta "estrategia de movilización" es "más mediática que de contenido". Y a este respecto, ha recalcado que la gente en Cataluña está "hastiada" y "cansada" ante la "matraca del independentismo que no llega a ningún lago" mientras las instituciones del Estado "han trabajado" para combatir la crisis económica.

Así, ha vuelvo a insistir en la ilegalidad de la convocatoria de un referéndum y ha señalado que el dinero que gaste el Gobierno de Cataluña para promover su celebración "no va a salir de los impuestos de los catalanes": "El Estado, sin una palabra más alta que otra, no va a permitir que ese referéndum se celebre", ha remarcado, insistiendo en que es "contrario a la democracia" y a "los derechos" de los catalanes y españoles.

Para Santamaría, en Cataluña existe un clima "preelectoral" aunque el presidente catalán, Carles Puigdemont, lo niegue. Al respecto, ha dicho esperar que "el resultado" permita abrir "una senda de diálogo racional".

"DISCURSO ÚNICO" DE LOS INDEPENDENTISTAS

Y ha afeado a los secesionistas su "discurso único", a raíz de los carteles aparecidos en Cataluña que tachan de "enemigos del pueblo" a los partidos no independentistas: "Algunos reparten carnés de demócratas y silencian a los que no están de acuerdo con el referéndum en las instituciones", ha aseverado.

En este sentido, ha llamado la atención a los partidos independentistas, al Parlamento catalán y a la Generalitat por "no dejar hablar" a la "gente que piensa otra cosas" y por "ningunearles" en las instituciones públicas: "Esa es la democracia que están practicando lo independentistas", ha ironizado.

Asimismo, ha reprochado al presidente catalán, Carles Puigdemont, su rechazo a que el Congreso vote su proyecto en el caso de que acceda a acudir a la Cámara Baja a exponerlo. "Con lo que le gusta al señor Puigdemont que vote todo el mundo, nos quiere prohibir que votemos en el Congreso", ha manifestado, para después precisar que la institución "no es un salón de actos para dar una conferencia".

A su juicio, Puigdemont está acostumbrado a "actos de pensamiento único donde llevan a los independentistas en autobuses y a cualquier burrada que dicen les jalean con las pancartas". Así, ha hecho hincapié en que el Congreso es un lugar "de debate" en el que "cada cosa que se debate" se vota.

"TRANQUILIDAD" A FUNCIONARIOS CATALANES

Sobre la medidas adoptadas para impedir la celebración del referéndum, la vicepresidenta ha recordado que ya se están aplicando, haciendo alusión al pronunciamiento del Tribunal Constitucional contra él y otras actuaciones de la Generalitat. "Ya el Estado, que es mucho más que el Gobierno, trabaja para restablecer y mantener la legalidad", sostiene.

En esta línea, ha pedido al Gobierno catalán que "no se refugie en los funcionarios" para celebrar la consulta, y ha recordado que el expresidente de Cataluña Artur Mas y otros exconsejeros "en vez de asumir la responsabilidad de sus actos, echaron la culpa a los voluntarios" en su declaración judicial.

"Uno puede desobedecer y asume las consecuencias, lo que no puede pretender es que los funcionarios que tratan de hacer su trabajo de la mejor manera posible (...) forzarles a incumplir la ley", ha remachando. En cualquier caso, ha trasmitido "tranquilidad" a los funcionarios catalanes, a los que ha emplazado a pedir por escrito "todas las órdenes" que reciban de la Generalitat.