El expresidente Felipe González ha tildado hoy de "bodrio" propio del venezolano Nicolás Maduro la propuesta de ley para regular los primeros pasos de una Cataluña independiente, lo cual ha considerado, además, "extraño" en la cultura política de los catalanes.

González ha dedicado a la situación actual de Cataluña la mayor parte de sus reflexiones en el acto que ha protagonizado junto a los también expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, reunidos hoy en Madrid con motivo del 15 aniversario del grupo Vocento.

También Aznar y Zapatero han dedicado la mayoría de sus diferentes intervenciones al proceso independentista en el que está sumido Cataluña, cuyo Gobierno ha fijado fecha para el referéndum sobre la independencia, el 1 de octubre, y ha presentado ya la norma que daría estatus legal y legislativo a una Cataluña independiente.

Para González, ese texto, que no es "proyecto de ley" y ni siquiera una "propuesta", sino un "bodrio", no refleja tanto "una deriva bolivariana" como "una deriva ''madurista''", más parecida a la forma de hacer política del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

A su juicio, lo que está haciendo el mandatario venezolano ahora consiste en "acabar con su propia Constitución" y en obtener "por las botas lo que no ha ganado por los votos".

La Generalitat de Cataluña que preside Carles Puigdemont está haciendo exactamente lo mismo, en palabras del exlíder socialista, y por ello ha afirmado que una propuesta de ley como la oficializada ayer es "extraña" en una cultura política como la catalana.

Ni siquiera, ha añadido, sigue el cauce constitucional establecido para introducir reformas.

Al contrario, sigue un cauce que conduce "a la desaparición de España" y como eso no va a ocurrir, ha sentenciado que el referéndum del 1 de octubre no tendrá lugar.

González ha indicado que este "problema" se puede analizar en tres niveles: el de las implicaciones penales, el de las consecuencias constitucionales, y el de la recurrencia al artículo 155 de la Constitución.

El primero lo ha mencionado porque, a su entender, los mandatarios catalanes a favor de la independencia están cayendo en una "incitación clara a la sedición"; y del segundo ha comentado la potestad del Tribunal Constitucional.

Sobre el tercero ha dicho: "Lo que el artículo 155 exige a los responsables de gobierno es que si vulneran las normas constitucionales y estatutarias, hay que dar una respuesta para devolver la realidad al ámbito constitucional".

Es un artículo "ambiguo", ha reconocido para puntualizar acto seguido que "afortunadamente" es así, ya que se "puede graduar".

Con todo, el expresidente del PSOE ha resumido que la situación se puede comenzar a analizar con la constatación de un "dato claro": "Cataluña no será independiente".

A partir de ahí, ha abogado por llevar a cabo un proceso de diálogo que busque el consenso necesario para establecer soluciones de cariz político, a través, por ejemplo, de una subcomisión parlamentaria.

Y no ha desechado la opción de la reforma constitucional, pero siempre y cuando se haya intentando antes el clima de consenso "suficiente", ha dicho.