Jordi Turull, uno de los máximos defensores de la coalición independentista JxSí, llega al Govern para ocupar una consellería de la máxima confianza del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como es la de Presidencia, desde la cual estará en el cuadro de mandos de la organización del anunciado referéndum de autodeterminación para el 1 de octubre.

Tras las elecciones del 27S de 2015, Jordi Turull i Negre (Parets, Barcelona, 1966) se convirtió en el presidente del grupo parlamentario de la coalición independentista Junts pel Sí (JxSí), formada por PDeCAT (antigua CDC), ERC e independientes, desde donde ha coordinado la elaboración de las denominadas "leyes de desconexión" de Cataluña.

Turull es conocido por ser, al igual que Puigdemont, un independentista convencido desde mucho antes del giro dado por CDC del nacionalismo al independentismo.

Su compromiso con el proceso independentista es palpable en su activo perfil de Twitter, donde clama "Anem a totes" (Vamos a por todas) y expone los 100 motivos por los que, a su parecer, Cataluña debería ser un Estado independiente.

Tampoco duda en usar las redes sociales para condenar lo que considera "ataques represivos del Estado" o desmentir con vehemencia informaciones periodísticas en relación con las leyes de "desconexión".

Su "aterrizaje" en el Govern se interpreta como un premio a su compromiso con el proceso independentista y a su veteranía política, que tan sólo tres años atrás parecía tocada cuando fracasó en su intento de liderar el PDeCAT durante el proceso de refundación de CDC.

Turull es abogado licenciado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y curtido en la gestión municipal: ha sido secretario interventor en los ayuntamientos de Gurb y Sant Vicenç de Castellet, jefe de gabinete del gobierno municipal de Sant Adrià del Besòs y gerente en el ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès.

Con tan solo 17 años ya militaba en las Joventuts Nacionalistes de Catalunya, desde donde hizo el salto a CDC, partido por el que fue elegido diputado en el Parlament en 2006.

Durante la "travesía por el desierto" de Artur Mas como líder de la oposición, Turull se convirtió en uno de sus hombres de confianza, por lo que fue encumbrado como portavoz parlamentario de CiU en 2010 y presidente del grupo en 2013, aunque nunca ocupó un cargo ejecutivo en los gobiernos de Mas.

Jordi Turull es visto por quienes han trabajado con él como un político con una gran capacidad de negociación. Su carácter afable y tranquilo, junto al hecho de ser uno de los diputados actuales que mejor domina la dinámica parlamentaria, le han hecho merecedor de una alta consideración, también entre sus rivales políticos.

Dentro del grupo de JxSí, Turull hacía tándem con la secretaria general de ERC y portavoz parlamentaria Marta Rovira, y es un hecho conocido que el buen entendimiento entre ambos ha sido decisivo en el difícil encaje de varios partidos e independientes en una misma coalición.