El Gobierno de Marruecos declaró hoy que estudia "una serie de medidas drásticas" tras la avalancha producida el pasado lunes en la frontera con la ciudad española de Ceuta que causó la muerte de dos porteadoras pisoteadas por la muchedumbre.

El portavoz de Gobierno marroquí, Mustafa Jalfi, dijo hoy que el jefe de Ejecutivo, Saadedin Otmani, está trabajando con los departamentos de Interior y Exteriores para "comprobar medidas radicales, tangibles y prácticas", que no quiso detallar.

"Inmediatamente tras este doloroso y trágico incidente en Ceuta ocupada (como se denomina en Marruecos a la ciudad española) el presidente de Gobierno inició una operación con los sectores competentes para determinar medidas con el fin de evitar que esto se repita y para garantizar una vida digna a estos habitantes", aseveró.

"Los detalles se anunciarán en el momento oportuno", dijo Jalfi ante la insistencia de los periodistas.

Las dos porteadoras fallecieron el pasado lunes tras una avalancha en la puerta de la frontera comercial del Tarajal, que reabría entonces tras varios días cerrada y que se sitúa entre la ciudad española de Ceuta y la marroquí de Fnideq (Castillejo).

En abril pasado, otra porteadora murió en circunstancias parecidas, tras una avalancha registrada después de varios días de cierre del paso fronterizo.

Pese a que las autoridades de ambos países implementaron varias mejoras para hacer menos peligroso el paso de los porteadores (como separar a hombres y mujeres y limitar el paso de vehículos), las avalanchas han continuado produciéndose.

Las autoridades de Ceuta han anunciado un cierre de la frontera comercial entre hoy y el 17 de septiembre, a petición de Marruecos, lo que sin duda representará un duro golpe para la economía de la zona marroquí vecina, que vive del pequeño comercio con el enclave español.