La Audiencia Nacional juzga este miércoles a Abdalá Lachiri, un presunto yihadista de nacionalidad marroquí que se enfrenta a una petición del fiscal de diez años de cárcel por el delito de colaboración con organización terrorista al ser un "activista informativo" del Estado Islámico.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, Lachiri, que residía en Valencia, ha ejercido acciones de "propaganda, selección y reclutamiento" de posibles adeptos a la causa yihadista, actividades que llevó a cabo a través de redes sociales en las que tenía abiertos al menos 13 perfiles con unos 22.000 seguidores.

El fiscal acusa a Larichi de llevar a cabo una difusión "extraordinariamente activa" de mensajes en los que no solo se posiciona a favor del Califato islámico sino que desarrolla técnicas de enaltecimiento de la yihad, la violencia y el martirio terrorista entre sus adeptos, que se dirigían a él como ''Sheik'' (jeque o viejo sabio).

Su papel dentro de la organización terrorista consistió en facilitar entre 2015 y 2016 el acceso a noticias del DAESH y divulgarlas a través de comentarios en sus perfiles de las redes sociales. Una vez establecido el contacto, les enviaba "todo tipo de material yihadista" haciendo surgir la necesidad de dar un paso hacia la acción.

Las actas de capturas de sus publicaciones ponen de manifiesto su implicación en la defensa de los postulados del Estado Islámico. El acusado llegó a mostrarse "avergonzado" por el hecho de que unas mujeres con niqab combatieran y él no y dijo que ''quien muere sin haber rendido pleitesía a nadie, muere en la ignorancia'', en referencia a su defensa al líder del DAESH, Abu Bakr al Bagdhadi, siempre según el escrito.

"LLEVADME A LA YIHAD"

"El profeta, que Alá le mande paz, mataba en nombre de la religión ¡y esto no es una deshonra! La deshonra es matar a alguien injustamente pero si se le sentencia a muerte ese es el mandato de Alá", reza otra de las publicaciones de Larichi quien también compartió durante ese periodo de tiempo diversos vídeos de Youtube en los que aparecen jóvenes interpretando cánticos del EI y animando a la lucha armada.

Los investigadores también desglosan el entramado de perfiles que abrió el acusado en las redes sociales y los contactos que mantuvo con miembros del DAESH en zonas de conflicto. Estos aparecen en sus respectivas fotos de portada vestidos con uniforme religioso y ataviados con armas.

De todo el material incautado en su casa destaca un cuaderno con frases manuscritas en las que se podía leer ''Llevadme a la yihad, y salvadme de la vida terrenal hacia un regazo cariñoso''. En otra libreta aparecían poemas cargados de referencias a la guerra santa, a los muyahidines y al martirio.