Una decena de Gobiernos de Europa, América y África, todos ellos considerados socios cercanos de España, reafirmaron ayer su apoyo a la Constitución y a la legalidad española y han avisado de que no reconocen una declaración de independencia de Cataluña.

Después de que el martes por la noche el presidente catalán, Carles Puigdemont, hablase en el Parlament de una declaración de independencia pero con efectos suspendidos para facilitar el diálogo, comenzó un goteo de comunicados de apoyo a la posición española, algunos incluso dando por hecho que lo que hizo Puigdemont fue la esperada declaración unilateral de independencia.

Así lo hizo el mismo martes por la noche el ministro de Exteriores italiano, Angelino Alfano: "Inaceptable declaración unilateral de independencia catalana. Nuestra fe en el Gobierno español, sabrá garantizar los derechos de todos los ciudadanos".

Por su parte, el alemán Sigmar Gabriel declaró que una declaración de independencia unilateral por parte del Gobierno catalán sería "irresponsable", al tiempo que aseguró que la solución a la crisis catalana sólo puede alcanzarse "en el marco de la Constitución española". "Nuestra experiencia europea común demuestra que la fuerza de Europa radica en la unidad", dice en un comunicado.

En Londres, el embajador español Carlos Bastarreche se reunió ayer con el secretario de Estado británico Alan Duncan, que le reiteró el apoyo británico a la "unidad de España, su Constitución y el Estado de Derecho".

Desde París, Christophe Castaner, portavoz del Ejecutivo francés, hizo un llamamiento al diálogo "en el marco de la Constitución española", y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, defendió que la crisis secesionista en Cataluña debe resolverse dentro de un orden constitucional.