La llegada de las lluvias ha propiciando que la Junta de Castilla y León rebaje al mínimo el nivel de riesgo de los cinco incendios forestales que aún están activos en la provincia de León.

Según el último informe de la Consejería de Medio Ambiente, en el incendio de Silván, en el municipio de Benuza, trabajan un técnico y dos cuadrillas terrestres y está previsto enviar el helicóptero de coordinación en el momento en que le sea posible volar.

En el incendio activo desde hace días en Matalavilla, localidad de Palacios del Sil, trabajan dos cuadrillas terrestres en las labores de extinción, mientras que en el foco de Sosas de Laciana, en el municipio de Villablino, combaten el fuego un agente medioambiental y dos cuadrillas terrestres.

En los dos incendios que entraron ayer en tierras leonesas desde Galicia, localizados en A Portela (Sobrado) y Fuente Oliva (Balboa), trabajan dos agentes medioambientales y cuatro cuadrillas terrestres.

Aunque los incendios aún no se han dado por controlados, con los trabajos de extinción y la lluvia que cae hoy ya no hay llamas por lo que la situación ha mejorado notablemente en las últimas horas.

El alcalde de Benuza, Agapito Encina, ha explicado que habrán quedado arrasadas por las llamas más de 500 hectáreas de gran valor ecológico, por lo que considera que "ahora es el momento de reflexionar sobre lo sucedido".

Ha pedido a las administraciones "que investiguen sobre la autoría de los incendios", y está convencido de que, "si se hace, se conseguirá saber quién está detrás de estas catástrofes".

Encina ha reclamado, además, que se dote a su población "de una brigada que limpie el monte durante todo el año y se rebaje la burocracia y los requisitos para llevar a cabo estos trabajos", que considera fundamentales evitar esta lacra medioambiental.