El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado que la causa de los tribunales españoles contra los miembros del que fuera su Govern terminará ante instancias judiciales internacionales: "Que nadie tenga ninguna duda: todo esto acabará en los tribunales internacionales porque tenemos todo el derecho de ir e iremos".

"No será la primera vez que España pase vergüenza en los tribunales internacionales, ya les pasó por las torturas del 92 y fue condenado", ha comparado en una entrevista grabada el lunes y emitida este martes por Catalunya Ràdio y recogida por Europa Press.

Puigdemont, que se encuentra huido en Bruselas junto a cuatro de sus exconsellers, ha defendido su presencia en Bélgica para lograr repercusión en el exterior e "ir con éxito a todos los tribunales internacionales que haga falta".

"Lo que sería inexplicable es que hubiéramos desaparecido" y huido a un paradero desconocido, ha afirmado, por lo que ha insistido en que su Govern cesado, que considera el legítimo de Cataluña, trabaje desde la capital europea.

Ha justificado el viaje de parte del exGovern a raíz de la causa abierta en la Audiencia Nacional por la querella de la Fiscalía General del Estado, un proceso que ve desproporcionado: "Estamos ante un Estado que ha enloquecido, que no tiene autocontrol ni límite".

Asimismo, ha acusado a los poderes del Estado de estar preparando "una oleada de durísima represión, de violencia", de la que pretendía hacer responsable al conjunto de la sociedad catalana, ha dicho, y que así se percibía de las declaraciones públicas de los portavoces que trataban la cuestión.

"Lo tenemos que denunciar y tenemos que desenmascarar a un Estado que sólo puede conseguir frenar la independencia de Cataluña si es parando la democracia", y ha cuestionado si el Gobierno va a respetar el resultado que salga de las elecciones autonómicas del jueves 21 de diciembre, convocadas tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la disolución del Parlament.

También ha criticado que la interlocutoria que ha llevado a prisión a los exmiembros de su Govern es "una fantasía que no se aguanta por ningún lado", y ha recordado que el programa electoral de JxSí, que incluía proclamar la independencia, no fue impugnado cuando concurrió la las elecciones autonómicas de 2015.

"YO QUERRÍA ESTAR EN LA GENERALITAT"

Al preguntársele si se considera exiliado, ha respondido que no está en su casa: "Yo querría estar en el Palau de la Generalitat en estos momentos", ha aseverado, y ha recordado que su cese por decreto del Consejo de Ministros no se incluye en los supuestos de destitución que figuran en el Estatut.

"Cuando hablamos de un Govern cesado, que nadie se confunda: no estamos cesados por lo que prevé la ley", ha insistido, y ha detallado que su papel en Bélgica es el de hacer política ya que no cuenta con los poderes ni la estructura de la Generalitat.

"Lo importante es la continuidad de la legitimidad, y se puede ser muy digno desde la cárcel y muy indigno dando ruedas de prensa", y ha señalado directamente al delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, por ser el portavoz de las medidas que toma el Ejecutivo central tras la aplicación del 155.

"Representa a un partido que es una auténtica minoría en Cataluña y se cree con derecho de hablar de nuestras instituciones. ¿Pero quién se cree que es? Este señor cuando se presenta a las elecciones las pierde clamorosamente", ha proclamado.

Puigdemont ha asegurado que la intervención de la autonomía es "una verdadera bomba atómica" y que finalmente decidió no convocar elecciones al Parlament --ya había comunicado al Govern que iba a hacerlo-- porque el Gobierno no le dio garantías de que se levantara la aplicación del 155, ha dicho, ni de que los comicios se pudieran celebrar sin extraordinaria presencia policial ni los líderes del independentismo en la cárcel.