El expresidente de la Generalitat y cabeza de lista de JuntsxCat, Carles Puigdemont, ha explicado que se quedará en Bruselas aunque el Tribunal Supremo decida levantar este viernes la prisión preventiva a los exconsejeros y a los presidentes de la ANC, Jordi Sànchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

En una entrevista en TV3 recogida por Europa Press, ha constatado que están en manos de la justicia belga y no hay posibilidad ni la voluntad de querer sustraerse de la responsabilidad que tienen ante ella: "Tenemos el deber de estar aquí. No tenemos intención de eludir este deber".

A la espera de que el lunes 4 de diciembre se celebre la vista que debe decidir sobre su posible extradición a España, ha mostrado su confianza en lo que pueda decidir la justicia belga, y ha reiterado la intención de JuntsxCat de pedir a la Junta Electoral que garantice que pueda hacer campaña "en condiciones de igualdad, sin estar impedido".

Aunque ha admitido que le encantaría ir a hacer campaña en Cataluña --"debería ser así"--, ha advertido de que si la Junta Electoral no lo permite los resultados de las elecciones pueden quedar afectados.

Para Puigdemont, los exconsejeros que están en prisión deberían salir ya, por lo que celebrará si el TS les levanta la prisión preventiva porque "terminará una situación de sufrimiento personal totalmente inaceptable y permitirá que haya una parte de candidatos puedan hacer campaña en una situación de igualdad".

Tras las elecciones del 21 de diciembre, ha mostrado su disposición a volver a Cataluña si una mayoría de catalanes vota por JuntsxCat y hay también una mayoría independentista que quiera ratificar "el Govern legítimo de las elecciones del 27 de septiembre de 2015".

"Sería una contradicción flagrante que pudiera ir al debate para ser investido presidente y luego fuera detenido. Una contradicción que evidencia que la raíz del problema es político. Estoy dispuesto a ponerlo a prueba", ha recalcado.

También ha preguntado al Estado y "al tripartito del 155" si respetarán el resultado de las urnas, y no ha aclarado si han hablado con ERC la posibilidad de compatibilizar un eventual Govern en el exilio con otro de carácter ejecutivo en Catalunya.

DIÁLOGO "SIN EXCLUIR NADA"

Sí ha reiterado su apuesta por el diálogo, pero ha avisado: "Si delante tenemos a alguien que no excluye la unilateralidad, nosotros no podemos excluir nada, pero la prioridad es la negociación y el diálogo".

Sobre el PDeCAT, ha defendido que se ha integrado en JuntsxCat "de forma entusiasta con un grado de compromiso que ya querrían algunos tener", por lo que se siente muy cómodo con la actitud del partido, destacando que gracias a éste se ha podido hacer una candidatura lo más parecida al intento de candidatura conjunta.

También ha explicado que no ha recibido una llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni de nadie de la política española, pero sí de la catalana, aunque no ha precisado nombres.