La Audiencia Nacional ha condenado a dos años de prisión al exconsejero madrileño Francisco Granados por el chivatazo que le dio un guardia civil acerca de la operación Púnica, la misma pena que ha recaído en ese agente, José Manuel Talamino, mientras que para el tercer acusado, José Luis Caro Vinagre, guardia civil en excendecia, la pena ha sido de un año y medio.

La sección primera de lo Penal considera a los tres responsables de un delito de revelación de secretos, en el caso de Granados y de Caro Vinagre es aprovechamiento de esa revelación, y en el de Talamino violación del secreto.

La sentencia cuenta con un voto particular concurrente del magistrado Nicolás Poveda, que considera que el "conseguidor" de la Púnica David Marjaliza y su secretaria -que aseguraron que Granados les pidió que destruyeran documentación y la quemaran un día de niebla-, incurrieron en el juicio en "numerosas contradicciones" por lo que ve falta de "verosimilitud" en sus declaraciones incriminatorias hacia el exconsejero madrileño.