La Comisión Europea (CE) mantuvo hoy su posición inalterada respecto a la tensión política en Cataluña tras las elecciones autonómicas, que dejan prácticamente la misma división entre el bloque independentista y el constitucionalista.

"Nuestra posición en este asunto es bien conocida, reiterada a menudo y en todos los niveles. No tenemos ningún comentario que ofrecer sobre el resultado de esta elección regional", ha declarado a Efe un portavoz comunitario.

La escueta declaración de la Comisión, idéntica a la difundida en la víspera electoral, se produce después de que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont declarara anoche, desde Bruselas, que el Gobierno de España y las autoridades de la Unión Europea (UE) debían "tomar nota" del resultado y en los comicios.

En una comparecencia ante la prensa esta mañana, Puigdemont volvió a dirigirse a la Comisión Europea y pidió al Ejecutivo comunitario que "como mínimo que escuche".

La lista de Puigdemont, "Junts Per Catalunya", lideró en los comicios el voto del bloque independentista, formado también por ERC y la CUP, un frente que si bien reculó ligeramente en porcentaje de voto y en escaños, mantendría una mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña, con 70 diputados y el 47,49 % de los sufragios.

El análisis de la CE durante el reciente período de tensión independentista en Cataluña ha pasado por considerar la situación política de esa región como un asunto interno de España y por pedir una solución dentro del orden constitucional español.

Bruselas también ha insistido invariablemente en que, en caso de producirse un referéndum dentro del marco de la legalidad española y que éste diera lugar a la independencia de esa comunidad autónoma, Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea (UE).

La Comisión Europea también ha pedido reiteradamente a las partes que eviten la confrontación y la división, que busquen el diálogo político y que eviten la violencia.

Más allá del escueto comentario del Ejecutivo comunitario, no se han pronunciado sobre los comicios catalanes ni el Consejo Europeo, que representa a los Estados miembros de la UE, ni el Parlamento Europeo.

Sí lo hicieron algunos europarlamentarios, como el presidente del ALDE en el Parlamento Europeo, el liberal Guy Verhofstadt, quien en la misma noche electoral felicitó a la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, por haber convertido a su formación en "el mayor partido en Cataluña".

También manifestó su opinión el jefe del grupo de los Socialistas y Demócratas en la Eurocámara, Gianni Pittella, quien a través de la red social Twitter señaló que las elecciones confirman "la fractura social" y pidió al próximo presidente autonómico que trabaje "para todos los catalanes y por la reconciliación".

No hubo reacción, sin embargo del líder del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, ni de la jefa de filas de la Izquierda Unitaria, Gabriele Zimmer, más allá de las expresadas por los eurodiputados españoles, cuyas posiciones se alinean con las que han expresados sus partidos a nivel nacional.

Tampoco se pronunciaron el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos ni el euroescéptico Europa de la Libertad y de la Democracia, donde se inscribe el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), si bien cabe precisar que la Eurocámara está cerrada y el resto de instituciones europeas están funcionando a medio gas ante las inminentes fiestas navideñas.

En clave belga, el partido nacionalista flamenco N-VA y fuerza mayoritaria de la coalición de Gobierno de Bélgica, que lidera el liberal Charles Michel, felicitó al frente secesionista por revalidar su mayoría parlamentaria, al que ha apoyado abiertamente desde el inicio del desafío independentista.

También desde Bélgica celebró que el bloque independentista pueda forjar una mayoría parlamentaria el partido flamenco ultraderechista y antieuropeista Vlaams Belang, mientras que el Ejecutivo belga, por su parte, no compartió ningún análisis sobre los comicios regionales en España.