ERC está molesta con Junts per Catalunya (JxCat) al considerar que el grupo que lidera Carles Puigdemont ha incumplido los acuerdos a los que habían llegado para facilitar la investidura, que incluían el envío con antelación del discurso y del guion del pleno de hoy, finalmente aplazado.

Fuentes republicanas han explicado a Efe que, sobre el discurso de Puigdemont, solamente recibieron unas cuantas notas ayer lunes, ya de madrugada, y que, respecto al guion de la sesión, se les pedía "un cheque en blanco", ya que ni siquiera les habían confirmado si el candidato estaría en Barcelona o en Bruselas.

Otros dos aspectos que aún no estaban cerrados eran el programa de gobierno para la próxima legislatura y la composición del nuevo ejecutivo, sobre el que sí habían pactado algunos puntos, como por ejemplo repartirse al 50% las conselleries del Govern y añadir un departamento más que en la anterior legislatura.

Estas incertidumbres, sumadas a las amenazas de ingreso en prisión que pesaban sobre los diputados de JxCat y ERC en libertad provisional, han llevado al presidente del Parlament, Roger Torrent, a aplazar la sesión de investidura hasta que se aclare el escenario, han alegado las fuentes consultadas.

En su comparecencia, Torrent ha subrayado que el pleno no queda desconvocado, sino aplazado hasta que pueda celebrarse una investidura "con valor real y efectiva".

Además, las mismas fuentes han lamentado que Puigdemont trasladara ayer "toda la presión" a Torrent al pedirle por carta "amparo", en una misiva de la que el presidente del Parlament tuvo conocimiento a través de los medios de comunicación.

De hecho, en las filas republicanas hay malestar por la forma de actuar unilateral de JxCat, ya que, según su versión, se cierra a negociar una estrategia conjunta con ERC y la CUP más allá de la investidura de Puigdemont.