La Audiencia Nacional reanuda hoy el juicio a la rama valenciana de Gürtel con el interrogatorio a los dos últimos acusados que quedan por declarar, el exdiputado y exvicesecretario del PP de Valencia David Serra y el considerado blanqueador de la red, Ramón Blanco Balín.

Serra es uno de los políticos al que el responsable de la trama en Valencia, Álvaro Pérez, El Bigotes, acusó de pagar en b a Orange Market -filial de la Gürtel en Valencia- por actos electorales organizados al PP en las campañas municipal y autonómica de 2007 y las generales de 2008.

Investigado en varias piezas de Gürtel y en el caso de corrupción Imelsa, Serra se enfrenta a una petición fiscal de 7 años y 9 meses de cárcel por delitos electorales y falsedad documental.

Comparecerá después de que buena parte de los acusados hayan afirmado que el PP se financió con dinero b y de que algunos de ellos, como el exsecretario general del partido regional Ricardo Costa, apuntasen al expresidente valenciano Francisco Camps y al expresidente de Les Corts Juan Cotino como quienes encargaron el sistema de financiación irregular.

Está por ver si Serra sigue esta línea de confesión trazada por Costa o, por el contrario, niega participación alguna en este sistema de financiación, como hizo Rambla, que acusó al exsecretario del partido regional de ser "el embudo" por el que pasaba toda la información relativa a las campañas.

También declara hoy Blanco Balín, exvicepresidente de Repsol YPF y consejero de grandes empresas españolas, que se enfrenta a una petición fiscal de 15 años de cárcel por haber favorecido presuntamente el blanqueo del dinero opaco que el PP valenciano pagó a la trama por sus servicios en actos de campaña.

Según la Fiscalía, Blanco Balín controlaba Orange Market a través de la mercantil Hator Consulting y se ocupó de la contabilidad y la fiscalidad de la empresa.

Cree el ministerio público que la declaración de impuestos de Orange Market, desde 2005 hasta 2008, se hizo incluyendo "gastos inveraces y ocultando una parte de sus ingresos" y achaca "la confección material" de esas irregularidades a Blanco Balín, "quien impartió las instrucciones oportunas en connivencia con Pablo Crespo, Francisco Correa y Álvaro Pérez Alonso".