La Fiscalía de Filipinas presentó hoy cargos contra el español de 20 años arrestado por presuntos vínculos con el yihadismo y al que acusa del delito de tenencia ilegal de explosivos, castigado con cadena perpetua en el país.

Abdelhakim Labidi Adib, nacido en Madrid y de origen tunecino, fue detenido el 22 de enero en un control militar en la isla de Basilan, feudo del grupo yihadista Abu Sayyaf en el sur del país, con dos granadas de mano y un explosivo casero en su mochila, según la demanda presentada ante la justicia por las Fuerzas Armadas.

"Tanto el arresto del acusado como la recuperación de los artículos previamente citados (los explosivos) están justificados", expresó el fiscal Peter L. Ong en su resolución.

El fiscal desestimó las alegaciones del español, que en su declaración jurada afirmó que visitaba Filipinas por turismo, que fue detenido de forma ilegal, que la mochila no era suya y que ni siquiera es musulmán.

El relato del acusado, que dijo haber llegado a Basilan engañado por un joven local, es "imposible de creer", indicó hoy el fiscal en su resolución, dando validez a la versión de las Fuerzas Armadas de que "trató de huir y tiró al suelo la mochila" con los explosivos.

Los militares mantienen que Labidi es un "simpatizante" de Abu Sayyaf, organización afiliada al grupo terrorista Estado Islámico (EI) y protagonista de numerosos atentados y secuestros en el archipiélago en los últimos años.

El joven, que se encuentra aislado en un centro de detención en Manila, aún tiene la posibilidad de presentar una moción para desestimar el caso y, de ser ésta denegada, se celebrará un juicio.

La "tenencia de algún tipo de explosivo o dispositivo incendiario" como granadas, detonadores caseros o cócteles molotov está castigada en el código penal filipino con cadena perpetua.

Tras dos viajes anteriores a Túnez y Marruecos, Labidi llegó a Manila el pasado 10 de octubre y se dirigió ese mismo día a Mindanao, donde residió en las ciudades de Davao y Cagayán de Oro antes de dirigirse a Zamboanga y Basilan, en la parte occidental de la región.

El sospechoso, que portaba un DNI con dirección en Madrid caducado en 2016, vivió durante su época de estudiante en España y Francia, donde completó la educación secundaria, aunque su familia cercana reside en Alemania.

Recientemente vivía en Suiza, donde tenía un permiso de trabajo y desempeñaba empleos temporales.

Se trata del primer caso de un español acusado de vínculos con uno de los grupos yihadistas adscritos al EI que operan en la conflictiva región de Mindanao, entre los que se encuentra Abu Sayyaf.