La exdiputada de la CUP Mireia Boya ha asumido ante el Supremo que la declaración unilateral de independencia (DUI) no fue "cosmética", sino que buscaba una efectividad real, tras lo cual el juez Pablo Llarena no ha adoptado ninguna medida cautelar contra ella porque no lo ha solicitado el fiscal.

Según fuentes de la acusación ejercida por VOX, Boya, a preguntas del magistrado, ha asumido que la declaración de independencia unilateral buscaba una efectividad real para cumplir "el mandato" de sus bases.

En su interrogatorio, que ha durado una hora y quince minutos, solo ha respondido a las preguntas de su letrado y del juez, y ha negado haber conocido el documento Enfocats o haber participado en ningún comité estratégico.

Además, ha cargado contra la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al defender que en los días previos al referéndum los agentes salieron de paisano con porras "a cazar" a los independentistas.

En esta misma línea ha acusado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil de los hechos violentos del 1-O, pero ha negado que los independentistas estuvieran detrás de los disturbios frente a la Consellería de Economía del pasado septiembre.

Así, ha apuntado a los periodistas como los responsables de los destrozos en los vehículos de la Guardia Civil, a lo que el juez le ha interrumpido señalando que eso es una suposición suya.

Tras su declaración, Boya ha salido del tribunal entre vítores de una delegación de diputados de ERC y un centenar de simpatizantes llegados de Barcelona y Lleida que la han acompañado a su llegada.

La expresidenta del grupo parlamentario de la CUP ha confirmado en declaraciones a los periodistas que no tenía conocimiento del documento Enfocats -considerado la hoja de ruta del independentismo- y que jamás asistió a ninguna reunión del comité estratégico que dirigió el proyecto soberanista, porque solo podría hacerlo siempre y cuando se lo pidieron sus bases.

Al respecto, ha puntualizado a los periodistas que ese documento no lo había visto hasta que le dio el atestado la Guardia Civil.

"Desde la CUP, no lo podríamos aceptar, pasamos todos los documentos absolutamente a las asambleas y no encaja con nosotros un comité estratégico que toma decisiones desde la oscuridad. No hemos participado en eso", ha declarado a los medios.

La exdiputada se ha reafirmado en la declaración de independencia del 27 de octubre al manifestar que la misma se vio truncada por "un golpe de Estado en forma de artículo 155 y por la imposición de otras elecciones, que hemos vuelto a ganar".

Ha declarado también a los medios que no se le ha preguntado sobre si acata la Constitución, pero se ha referido a la Carta Magna como "un muro. Y ante los muros la gente se moviliza".

En un tono más político, la exdiputada de la CUP ha dicho no sentirse totalmente satisfecha porque "todavía hay cuatro personas secuestradas por el Estado español" y ha reprochado al Gobierno que siga sin dialogar.

La comparecencia de Boya abre una nueva tanda de comparecencias que incluyen a figuras como el expresident Artur Mas y Marta Rovira (ERC), la exportavoz de la CUP Ana Gabriel, Marta Pascal (dirigente del PDeCat) y a Neus Joveras (Asociación de Municipios para la Independencia).