El Gobierno prevé gastar este año en pensiones contributivas un total 127.110 millones de euros, un 3,5% más que en 2017, como consecuencia del mayor número de pensionistas, la variación de la pensión media y la revalorización general del 0,25% aplicada a comienzos del ejercicio, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año presentado este martes en el Congreso de los Diputados.

No obstante, el proyecto incorpora mejoras, con carácter retroactivo, para las pensiones más bajas, tal y como adelantó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la semana pasada. Así, las pensiones mínimas se incrementarán un 3%; las pensiones contributivas inferiores a 9.800 euros anuales subirán un 1,5% y los que cobren menos de 12.040 euros anuales verán revalorizadas sus pensiones un 1%.

Al mismo tiempo, las pensiones de viudedad de los mayores de 65 años que no tengan otra fuente de ingresos distinta de su pensión cobrarán una mayor cuantía al elevarse dos puntos la base reguladora con la que se calcula la prestación, desde el 52% al 54%.

Todas estas mejoras beneficiarán, según el Gobierno, a más de 5,7 millones de pensionistas, con un coste estimado de 1.097 millones de euros. Además, el Ejecutivo calcula que un millón de pensionistas se verán beneficiados de la reducción en el IRPF a las rentas inferiores a 18.000 euros anuales.

Las pensiones no contributivas, que se consignan en el presupuesto del Imserso, experimentarán también una mejora del 3% este año. La dotación para estas prestaciones será de 2.380 millones de euros (excluido País Vasco y Navarra) y con ella se atenderá el coste derivado de la variación del colectivo y la subida en un 3% de estas pensiones, de la que se beneficiarán más de 450.000 personas.

Para el pago de las pensiones de clases pasivas del Estado, que se revalorizaron un 0,25% a comienzos de este año y que disfrutarán también de las mejoras adicionales para pensiones más bajas contempladas en los Presupuestos, se destinarán este año 14.632 millones de euros.

En total, el presupuesto consolidado de gastos de la Seguridad Social será de 148.382 millones de euros, lo que supone un incremento del 4% respecto a 2017, frente a unos ingresos previstos de 129.736 millones de euros, un 3% más. El Gobierno estima que el déficit de la Seguridad Social se situará este año en el 1,1% del PIB.

Dentro del capítulo de gastos, a las pensiones contributivas de jubilación, que son las más numerosas (71% del total), se destinarán 90.261 millones de euros, seguidas de las de viudedad (22.039 millones), las de incapacidad (12.632 millones), y las de orfandad y en favor de familiares (2.168 millones).

MÁS GASTO EN MATERNIDAD, PATERNIDAD E IT

Por otro lado, la dotación asignada en los Presupuestos de 2018 para proteger situaciones de maternidad, paternidad, riesgo durante el embarazo y la lactancia natural aumenta un 4,5%, hasta los 2.559 millones de euros, por el crecimiento esperado en el número de beneficiarios y la ampliación de cuatro a cinco semanas del permiso de paternidad.

Asimismo, se destinarán un total de 7.980 millones de euros, un 14,2% más que en 2017, al pago de subsidios por incapacidad temporal. El Gobierno precisa que en años anteriores se había producido una notable disminución del gasto en esta prestación, pero desde 2014 se observa una tendencia creciente del gasto en paralelo al aumento de la afiliación a la Seguridad Social. El Ejecutivo prevé que esta tendencia se mantenga este año.

El programa de Prestaciones de Garantía Salarial incluye el abono a los trabajadores tanto de los salarios pendientes de pago a causa de insolvencia, suspensión de pagos, quiebra o concurso de acreedores de los empresarios, como de las indemnizaciones reconocidas como consecuencia de sentencia o resolución administrativa a favor de aquellos a causa de despido o extinción de contratos.

La dotación presupuestaria para 2018 destinada a estas actividades asciende a 796 millones de euros, de los que 767 millones corresponden al pago de prestaciones del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). El gasto en 2017 en estas prestaciones fue de 591 millones de euros.

Dentro del ámbito no contributivo, el crédito destinado en el ejercicio 2018 para las pensiones de vejez e invalidez se eleva a 2.380 millones de euros, excluido el País Vasco y Navarra.

Para los perceptores de las Ayudas del Fondo de Asistencia Social (FAS) que hayan optado por no integrarse en las pensiones no contributivas se ha presupuestado una cantidad de 8 millones de euros.

Para las pensiones de guerra --aquellas pensiones e indemnizaciones que tienen su origen en la Guerra Civil-- se destinan en 2018 un total de 159 millones de euros.