La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha acusado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, de utilizar la moción de censura contra Mariano Rajoy para llegar al poder sin haber ganado en las urnas, recalcando que responde más a su "ambición" que a la lucha contra la corrupción, y que está costando 36.000 millones de euros a la economía española.

En la sesión de control al Gobierno del Congreso, Sáenz de Santamaría ha dudado del compromiso de los socialistas contra la corrupción y ha recordado que los expresidentes de Andalucía y del partido, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, están sentados en el banquillo del juicio de los ERE y que estaban "informados detalladamente" del desvío de las ayudas a los parados.

Por ello, ha rechazado "lecciones" de un PSOE, que a su juicio, justifica una moción de censura que "sencillamente" responde a una "ambición por el poder" que no ha ganando en las urnas.

LAS ELECCIONES SE GANAN EN LAS URNAS

"Las elecciones se ganan en las urnas, el dinero se emplea en lo que marcan los presupuestos y no en hacer favores a los que votan a su partido", ha respondido la vicepresidenta a la diputada socialista Carlota Merchán, añadiendo que el PSOE tampoco tiene muchos votantes porque si no, no impulsaría una moción que, a su juicio, está suponiendo un coste de 36.000 millones de euros a la economía española.

Este debate ha llegado tras la pregunta de Merchán sobre el método de nombramiento de delegados de Gobierno, si bien, dada la actualidad política el objeto de la pregunta ha quedado difuminado por la moción de censura contra Mariano Rajoy. El PSOE ha afirmado que los ciudadanos esperan un comportamiento "ejemplar" de los políticos y hasta ahora en España lo único ejemplar ha sido la sentencia de la Gürtel.

La diputada socialista ha subrayado que el Gobierno no ofrece "ni ejemplaridad, ni confianza, ni seguridad" y ha reiterado que la sentencia judicial que señala que Rajoy "no tiene credibilidad" le obliga a dimitir, por lo que la moción socialista ayudará a marcharse a un Rajoy que "no va a irse por iniciativa propia".