Teresa Ribera (Madrid, 1969), será la nueva ministra encargada de las áreas de Energía, Agua, Medio Ambiente y Cambio Climático, tras una dilatada experiencia medioambiental a sus espaldas, especialmente en el campo de la lucha contra el cambio climático.

Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Constitucionales, pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado.

Su ingreso en política, según ha afirmado en varias entrevistas, vino motivado por su convencimiento de que la administración de lo público "es la mejor forma de ayudar a crear una sociedad mejor" y en ese sentido se responsabilizó de diferentes cargos en los Ministerios de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente entre 1996 y 2004.

Se incorporó a la labor de gobierno propiamente dicha en calidad de secretaria de Estado de Cambio Climático entre 2008 y 2011 durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Ejecutivo.

De hecho, su principal campo de interés medioambiental ha sido la lucha contra el cambio climático, a la que se sumó desde la creación de la Oficina Española del mismo nombre en abril de 2001 y cuya dirección general ostentó entre 2004 y 2008.

Desde esta instancia trabajó para trasladar el Protocolo de Kioto a la legislación nacional y, posteriormente, impulsar una activa presencia de España como elemento activo en foros internacionales en pro de la descarbonización de la economía.

Su labor, muy reconocida a nivel internacional, le colocó entre las candidaturas mejor valoradas para suceder a la costarricense Christiana Figueres como secretaria de Cambio Climático de la ONU, aunque el puesto recayó finalmente en la mexicana Patricia Espinosa.

En junio de 2014 asumió la dirección del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), con sede en París, considerado el laboratorio de ideas o ''think tank'' europeo más potente en materia de cambio climático y con un papel significativo en la cumbre COP 21 que finalizó con el Acuerdo de París en diciembre de 2015.

Es además una de las doce representantes de la Comisión Mundial de Geopolítica de Transformación Energética (IRENA, por sus siglas en inglés).

Políticamente, Ribera se ha mostrado tan cercana a Pedro Sánchez como para ser incluida por éste, en mayo de 2016 y con vistas a las elecciones generales del 26 de junio de aquel año, en su propuesta de ''Gobierno del cambio'' al frente del área de Clima, Energía y Sostenibilidad.

En julio de 2017, asumía el puesto de coordinadora del Consejo Asesor para la Transición Ecológica de la Economía del PSOE, con el objetivo de impulsar una globalización "justa" basada en la "sostenibilidad y el progreso en común" a partir de las "indudables oportunidades" del proceso de descarbonización de la economía.

Entre los retos que deja inconclusos su predecesora Isabel García Tejerina, Ribera ha heredado el de la aprobación de una futura ley de Cambio Climático y Transición Energética, que puede convertirse en su principal logro en su nueva etapa como Ministra.

En declaraciones hace unos meses, definía las características que a su juicio debía tener esta normativa, fijando objetivos "claros y ambiciosos" de reducción de emisiones para la economía en su conjunto y "para cada uno de los sectores de emisión".

La elaboración de un presupuesto quinquenal de carbono, la integración de análisis de compatibilidad climática en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y la inclusión de "criterios verdes" obligatorios en la contratación pública forman también parte de su visión.

Este mismo martes en el que precisamente se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, ha publicado un tuit en su cuenta personal en el que asegura que hoy "es un buen día para activar la agenda ambiental y la sostenibilidad como se merecen".