El barco "Aquarius", de las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, busca un puerto seguro en el que desembarcar a los 141 migrantes rescatados en el Mediterráneo central, tras la negativa anunciada hoy por Italia, Malta y España.

La embarcación, según consta en su bitácora, ha abandonado las aguas internacionales frente a Libia, donde rescató a los migrantes, y se ha situado en el Canal de Sicilia, entre el Estado insular de Malta y la isla italiana de Lampedusa.

A bordo acoge a un total de 141 migrantes salvados en dos operaciones distintas el pasado viernes, cuando viajaban en barcazas desde Libia hacia las costas europeas.

En la primera operación se salvó a 25 inmigrantes, 16 hombres y 9 mujeres, una de ellas embarazada, procedentes de Bangladesh, Camerún, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Senegal.

En la segunda se rescató a 116 inmigrantes de Egipto, Eritrea, Somalia y Marruecos, de los que 78 son varones, 38 mujeres, una de ellas encinta, y 67 menores no acompañados.

El doctor de a bordo, David Beversluis, de MSF, explicó a Efe que los inmigrantes se encuentran "estables" y que la embarcación cuenta con comida y suministros médicos para las próximas dos semanas.

"Hay algunas personas que están débiles y desnutridas. En los dos primeros días tuvimos alguna persona deshidratada, pero han sido atendidas médicamente", resumió en una conversación telefónica.

Están cansados, como es normal después de "un viaje largo en un barco pequeño", y sospechan que la espera puede ser larga al conocer la última misión del "Aquarius", que en junio tuvo que desembarcar a 629 inmigrantes en el puerto español de Valencia (este) tras días a la espera en alta mar por la negativa de Italia y Malta.

"Saben que es una situación política complicada y son conscientes de que la espera puede ser larga", reconoció Beversluis.

Una situación que se repite en la actualidad, pues MSF ha indicado que se ha puesto en contacto con las autoridades de Malta e Italia y ninguna de ellas se ha prestado a concederles un puerto seguro al que trasladar a todas estas personas.

Y es que ambos países solo acogen a los inmigrantes rescatados por sus embarcaciones de control marítimo.

La Valeta anunció que en la madrugada de este lunes sus Fuerzas Armadas interceptaron una lancha neumática con 114 inmigrantes a punto de hundirse a unas 53 millas náuticas al sur de Malta (unos 98 kilómetros) y que todos los ocupantes fueron rescatados.

En Italia, el ministro del Interior, Matteo Salvini, reiteró su postura de cerrar sus puertos a las naves de las ONG e hizo hincapié en que el barco es de un armador alemán (Jasmund Shipping), con bandera de Gibraltar y tripulación extranjera.

"ÑPueden irse adonde quieran, pero no a Italia! STOP traficantes de seres humanos y cómplices", subrayó en Twitter, reiterando así su idea de que las organizaciones humanitarias fomentan la inmigración irregular desde Libia y hacen el juego a las mafias que la gestionan.

El ministro de Infraestructuras italiano, Danilo Toninelli, opinó en la misma red social que debería ser el Reino Unido el país que se ocupara de dar puerto al "Aquarius", dada su bandera.

"Que Reino Unido asuma su responsabilidad para la protección de los náufragos", insistió.

Por el momento, también ha llegado una negativa desde España, el país que el pasado junio acogió a la embarcación.

El Gobierno considera que España "no es el puerto más seguro" al no ser "el más cercano según lo establecido en el Derecho Marítimo Internacional" para el desembarco de náufragos.

Ante esta situación, la Comisión Europea está en contacto con varios Estados de la Unión Europea y ha ofrecido su "total apoyo diplomático" para resolver la situación, según ha declarado la portavoz Tove Ernst en Bruselas.

Frente a la negativa de los Estados, algunas ciudades portuarias se han declarado dispuestas a acoger a la embarcación, como es el caso de la española Barcelona (nordeste), la francesa Sète (sureste) y la italiana Nápoles (sur).

El alcalde de esta última, Luigi Di Magistris, invitó a la nave "Aquarius" a aproximarse a su costa: "En el caso de que no les hagan bajar, seremos nosotros quienes iremos a buscarles", retó.