Todos los grupos del Congreso se han mostrado de acuerdo en que hay que suprimir o limitar los aforamientos, pero solo el PP y el PSOE, a pesar de sus diferencias, han apoyado la moción de Ciudadanos para abordar esta reforma constitucional.

El resto de fuerzas han decidido abstenerse al no lograr consensuar una fórmula para acabar con esta prerrogativa que tienen unas 250.000 personas, de ellas alrededor de 2.000 políticos.

La votación se ha producido un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, propusiera la supresión de los aforamientos de diputados, senadores y miembros del Ejecutivo, salvo en el ejercicio estricto de sus funciones y durante la duración del cargo.

La mayor parte de los grupos, salvo Unidos Podemos y ERC, han presentado enmiendas a la moción de Cs, empezando por el PSOE, que ha remitido a su propuesta que aprobará el viernes el Gobierno, y del PP, pidiendo más tiempo para afrontar esta reforma de manera coherente y con todas las garantías.

Otras, como las del PNV iban más lejos que el planteamiento de Cs, incluyendo acabar con todos los aforamientos y la inviolabilidad del rey, frente a la del PDeCAT, que apostaba por reducir el alcance de la supresión que propone el partido naranja.

Ciudadanos no ha aceptado ninguna de las cuatro enmiendas y ha defendido el texto original que pide el compromiso del Congreso para emprender una reforma exprés de la Constitución con el fin de acabar con los aforamientos de diputados, senadores y miembros del Gobierno.

También insta a los parlamentos autonómicos a modificar sus respectivos Estatutos de Autonomía para acabar con esta prerrogativa que tienen igualmente sus diputados y el ejecutivo.

Ha salido a defender la moción el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, advirtiendo de que lo que está en juego es la igualdad de todos los españoles porque se podría poner fin a "una justicia distinta para los que somos iguales".

Rivera ha cargado contra Sánchez por "tomar el pelo a los españoles" al dejar fuera de su propuesta los delitos cometidos en el ejercicio del cargo cuando son precisamente -ha afirmado- los delitos de corrupción el principal problema.

Según sus datos, mientras en España existen unos 2.000 aforados políticos, en Reino Unido, Alemania o EEUU no existe ninguno o solo es aforado el jefe el Estado en el caso de Italia o Portugal.

A su juicio, la resistencia del PSOE y el PP a suprimir o limitar los aforamientos, medida que incluyeron en sus programas electorales, se debe a la preocupación que tienen porque los aforados sean encausados por un juez de base. "¿Es que son mejores los jueces del Supremo?", se ha preguntado.

"Solo hay una diferencia, los jueces que tocan de manera natural no los eligen ustedes", al contrario que los magistrados del Tribunal Supremo, que es la instancia que juzga a los políticos aforados.

Desde el PSOE, el diputado Gregorio Cámara ha tildado de "errados" y "profundamente demagógicos" los argumentos de Cs y ha sostenido que no es riguroso mantener que el aforamiento no es más que un trato de favor y un privilegio.

Cámara ha recalcado que el aforamiento es una prerrogativa concedida como equilibrio de poderes y como garantía ante la figura de la acusación popular, que no existe en esos países que ha citado Rivera.

"Se les llena la boca de regeneración de cara a la galería", le ha reprochado Cámara a Rivera, afeándole que "hable mucho de regeneración democrática" cuando han estado "apoyando de forma incoherente al Gobierno de Rajoy, incluso en la moción de censura".

Por parte del PP, Beatriz Escudero ha cargado contra Rivera al acusarle de ejercer un "falso populismo" solo para confundir y dividir, trayendo un debate que no interesa a los españoles, pero que siembra el equívoco porque no distingue entre "privilegio y prerrogativa".

Los populares, ha argumentado, son favorables a abordar esta reforma pero "no es serio" afrontarla con esta "frivolidad".

Por su parte, la diputada de Unidos Podemos María del Carmen Pita ha calificado de "insuficiente" la propuesta de Cs en cuanto a regeneración y también por plantear una reforma de la Constitución solo para los aforamientos.

Considera que hay que abordar también otras cuestiones de carácter social y, en todo caso, someter a referéndum la reforma, aprovechando el momento para pedir a Sánchez que cumpla con la mayoría social porque "las fuerzas políticas suben o bajan según se ratifican o desdibujan en sus rasgos característicos".

ERC, a través de su diputado Francesc Eritja ha dicho que su partido no quiere participar "en una nueva cortina de humo" y ha pedido que se supriman los aforamientos "a todos o a nadie", incluyendo al jefe del Estado.

Mikel Legarda, del PNV, se ha mostrado convencido de que la moción de Cs es una "operación de márketing político" y ha insistido en reclamar la supresión de todos los aforamientos.

De "teatro malo" ha calificado la moción el representante del PDeCAT, Jordi Xuclà, quien ha subrayado que nunca votará un texto que diga lo que tienen que hacer los parlamentos autonómicos, porque es "contrario a la esencia del autogobierno".

También desde el grupo mixto, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha calificado la moción de Cs de "coja", "pequeñita" y "de la señorita Pepis", al igual que Marian Beitialarrangoitia (Bildu), que ha abogado por "quitar todos los aforamientos sin excepción".