El PSOE obtendría un 30,5 por ciento de los votos y ampliaría su ventaja sobre el PP, que apenas rentabiliza el "efecto Casado" y sube solo cuatro décimas hasta el 20,8%, según el último barómetro del CIS elaborado, eso sí, antes de la dimisión de Carmen Montón y la polémica por la tesis de Pedro Sánchez.

La encuesta, elaborada entre el 1 y el 11 de septiembre y que a partir de ahora se publicará todos los meses con estimación de voto, dejaría al PP a casi diez puntos de los socialistas mientras que Ciudadanos baja 8 décimas y se quedaría con un 19,6 por ciento.

Podemos y sus confluencias subirían medio punto hasta el 16,1 por ciento del voto estimado.

El quinto partido en el arco parlamentario es ERC, con un 4,1 por ciento, dos décimas más que en julio, seguido del PDeCAT, con el 1,9, seis décimas más que en el anterior sondeo.

El PNV baja tres décimas hasta el 0,9; Bildu sube medio punto hasta el 1,1 por ciento mientras que CC se mantiene en el 0,2 por ciento.

La mejora en la estimación de voto del PSOE se explica porque continúa ganando votos de Podemos, un 15,3 por ciento de cuyos votantes en 2016 dice ahora que votaría a los socialistas.

Un 4,5 por ciento de los votantes de Ciudadanos dice que votaría ahora al PSOE e incluso un 1,4 por ciento de quienes votaron al PP en 2016 lo harían ahora por el partido en el Gobierno

Por primera vez en los últimos meses, el barómetro cita al PACMA, con el 1,6 por ciento y a VOX, con el 1,4 por ciento y deja un 1,8 por ciento para "otros partidos".

En la anterior encuesta el porcentaje para "otros partidos" se situaba en el 4 por ciento pero no se detallaba a qué formación irían esos supuestos apoyos, que ahora se concretan más.

Otro dato relevante es que aunque en la estimación de voto que elabora el CIS, el PSOE sube seis décimas, los socialistas bajan en "voto directo" más de cinco puntos, ya que solo el 18,6 por ciento de los encuestados aseguran de forma espontánea que les apoyarían.

Por el contrario, el voto directo al PP sube 2,7 puntos hasta el 12,9 por ciento, y Ciudadanos sube un punto, con el 12,3 por ciento.

Unidos Podemos y las confluencias suben nueve décimas y se quedarían en el 9,8 por ciento en voto directo.

En cuanto a la valoración de líderes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es el político más valorado de los cuatro principales partidos con una nota media de 4,11, mejorando la de julio, cuando obtuvo un 4,04 sobre diez.

Le sigue el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con un 3,93 -3,35 en julio- y el presidente del PP, Pablo Casado que, en su primera evaluación tras hacerse con el liderazgo de su partido, logra 3,56 puntos, frente al 2,83 que obtenía Mariano Rajoy en la anterior encuesta. Entre los votantes del PP, Casado saca una nota de 6,33.

Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos, ocupa la última posición entre los principales partidos, con un 3,07 sobre diez.

La gestión del Gobierno del PSOE obtiene también mala nota, ya que son más -un 34,9- los que la califican de "mala o muy mala" frente al 15,1 que dicen que es "buena o muy buena".

Además, un 16,1 por ciento de los españoles piensan que el PP lo haría mejor que el PSOE en el Gobierno, porcentaje que sube al 16,8 en el caso de Ciudadanos y baja al 8 por ciento cuando la opción es que el Ejecutivo esté en manos de Podemos.

La preocupación de los españoles por la situación política en Cataluña se duplicó en las jornadas previas a la Diada con respecto a la anterior encuesta y se situaba en el sexto puesto en el listado de problemas, citado por un 13 por ciento de los encuestados.

Por delante de Cataluña, en cualquier caso, continúan el paro con un 60,7, seguido de la corrupción y el fraude -25,2-,los problemas económicos -24,8- y los políticos, que suponen un problema para el 19,2 por ciento.

El CIS también ha preguntado este mes por la Constitución y el Parlamento. Un 69,6 por ciento de los españoles considera necesario reformar "en estos momentos" la Constitución de 1978 y de estos, más de la mitad aboga por una reforma "importante" o, incluso, por una reforma "casi total" de la Carta Magna.

Preguntados por los asuntos que se deberían mejorar en la Carta Magna, los ciudadanos citan la coordinación de competencias en sanidad y educación, la transparencia y el control de la actividad política, la mejora de los derechos sociales, la regulación de las competencias de las CCAA, la reforma del sistema electoral o la sucesión de la Corona.

Muy críticos se muestran los españoles con el funcionamiento de la democracia y son más los que reconocen estar poco o nada satisfechos -54,8 por ciento- que los que están muy o bastante satisfechos, que se quedan en el 42,6 por ciento.

La gran mayoría -un 71,1 por ciento- está "insatisfecho" o "muy insatisfecho" con el funcionamiento del Parlamento y un 75,9 piensa que los políticos prestan demasiada atención a problemas de poca importancia.