El aspirante a la alcaldía de Barcelona Manuel Valls ha asegurado hoy que en Cataluña "hay violencia en el espacio público" y ha señalado como prueba de ello los disturbios que se produjeron durante el aniversario del referéndum del 1 de octubre.

"Es violencia, sobre todo cuando un cargo público de la Generalitat, como el ''president'' Torra, dice a unos grupos, los CDR, apretad. Después ha cambiado un poco porque hay que ir con cuidado. Existe violencia en el espacio público catalán", ha sostenido durante una entrevista en TV3.

El ex primer ministro francés ha sostenido que en Cataluña hay muchas ganas de dejar atrás "la fractura política" derivada del proceso independentista.

"Hay mucha gente que hoy vive mal y que se tiene que respetar", ha subrayado Valls, que ha defendido que si consigue ser alcalde de Barcelona trabajará para que la ciudad sea parte de la solución al "choque de la sociedad catalana".

Valls ha afirmado que quiere imbuir a la capital catalana de sus valores de "republicanismo universal", que no ve incompatibles con el "respeto" a la monarquía española, cuyo papel durante la transición ha elogiado.

El exprimer ministro francés, que esta semana ha dejado sus cargos en la asamblea gala, ha recalcado que su regreso a Barcelona, su ciudad natal, es una decisión firme, por lo que se quedará como concejal de la oposición aunque pierda las elecciones municipales de mayo de 2019.

Valls ha detallado que está trabajando en la composición de su candidatura, que se articulará bajo el paraguas de la plataforma ''Barcelona, capital europea'' y será "independiente" respecto a cualquier partido político.

Por ahora, solo ha recibido el apoyo explícito de Ciudadanos, a quien ha agradecido la "generosidad", pero ha añadido: "Iré convenciendo a gente y habrá sorpresas".

Uno de los vectores de su campaña será la seguridad, un campo en el que tiene experiencia porque fue ministro del Interior en Francia.

En este sentido, ha destacado que siempre ha impulsado una política migratoria "equilibrada" desde los diferentes cargos públicos que ha ocupado en Francia, y ha negado que sea "antigitano" o "racista".