PP y Ciudadanos no han conseguido los apoyos para empezar a activar la maquinaria del 155 en Cataluña, que empezaría con un requerimiento al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a cumplir sus obligaciones legales, como prevé la Constitución.

Los dos grupos parlamentarios a través de sendas mociones, han solicitado, sin éxito, que el Congreso hoy pidiera al Ejecutivo también la condena de las actuaciones violentas de los comandos separatistas durante el pasado 1 de octubre, de las afirmaciones de Torra alentando a estos comandos y el apoyo a las fuerzas de seguridad y a los ciudadanos demócratas de Cataluña.

Además, el PP, incluía en el texto de su moción pedir al Ejecutivo una intervención reforzada de las cuentas de la Generalitat y la defensa de la Constitución.

Por parte de los populares, ha defendido la moción Alicia Sánchez-Camacho, que ha acusado al Gobierno de haber "vendido" a los catalanes "a cambio de seguir sentado en el banco azul" y pretender sacar adelante unos presupuestos a cambio "de los presos".

"Hay que tomar decisiones duras y difíciles", ha asegurado la diputada del PP, que ha pedido un 155 "más duro" que el aplicado el año pasado, que controle también TV3 y la escuela catalana.

Ha sido el propio Albert Rivera quien ha defendido la moción de Cs, con una intervención centrada en atacar al Gobierno por entregar la política de Estado a Quim Torra, quien quiere "liquidar el Estado", ha dicho insistiendo en que a Pedro Sánchez solo le importa seguir unos días más en la Moncloa.

"No se puede gobernar con quienes quieren liquidar España", ha subrayado Rivera, quien ha preguntado qué mas pruebas necesita el Ejecutivo para actuar en Cataluña, aunque -a su juicio- éste sabe lo que está pasando pero no quiere intervenir porque su único objetivo es "gobernar a cualquier precio".

En esta misma línea, José Manuel Villegas, de Cs, ha lamentado que aquellos que dieron "el golpe" en Cataluña sean ahora los socios del Gobierno de Pedro Sánchez.

En contra de la moción, Manuel Cruz, del PSOE, ha criticado la "deslealtad" del PP cuando está en la oposición y su "descarnada hipocresía política".

"No sigan por el camino de la demagogia, podrían probar con la sensatez, a veces funciona", ha ironizado.

Desde Unidos Podemos, Jaume Moya, ha reprochado a PP y Cs que vayan "agarrados del talle" compitiendo para ver "quien agita la rojigualda, más alta y más fuerte".

Desde ERC, Gabriel Rufián ha jugado durante toda su intervención a llamar a Ciudadanos, Vox y a Rivera, Abascal tratando de identificarles con el partido de ultraderecha: "son más de derechas que la cabra de la legión", ha dicho, acusándole de practicar la política de la mentira, la peor que se puede hacer.

Para Jordi Xuclá, del PDeCAT, el PP actúa como el "bombero pirómano", mientras que el PNV ha lamentado que PP y Cs pretendan volver a poner en marcha de nuevo "la rueda de la represión" con el 155.

Su compañero de partido, Feliu-Joan Guillaumes ha cargado contra el PP y Cs por su "obsesión" con el "monotema" de Cataluña y ha recalcado que el 1-O no hubo un golpe en Cataluña sino "muchos golpes", con más de mil heridos.

Mikel Legarda, del PNV, ha reprochado a los dos partidos que hayan entrado en una competición para ver quién es más contundente contra el procés, y ha rechazado la aplicación del 155 porque no ven una vulneración de la ley ni tampoco preparativos para reeditar lo que PP y Cs tildan de golpe de Estado y los nacionalistas vascos "una crisis institucional".

Por parte de Compromís, su portavoz Joan Baldoví ha pedido a Cs que haga política de una vez pero "no una política rastrera y demagógica porque están creando monstruos que les están subiendo por las piernas".