Driss Oukabir y Mohamed Houli Chemlal se han mostrado en desacuerdo con su procesamiento por los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto de 2017 y se han desvinculado totalmente de la planificación de los ataques que, según su versión, llevaron a cabo el resto de miembros de la célula, todos ellos fallecidos, según han informado fuentes jurídicas.

Así lo han indicado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu durante el acto de indagatoria en el que les ha comunicado su procesamiento por los delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de explosivos y estragos en grado de tentativa.

Oukabir y Houli han comparecido ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 por videoconferencia desde la cárcel de Soto del Real, donde ambos se encuentran en prisión preventiva desde que fueron detenidos horas después de los atentados que causaron 16 muertos y unos 300 heridos.

Según las fuentes consultadas, Oukabir ha alegado que no sabía de los planes del resto de miembros de la célula, que es drogodependiente y que rechaza cualquier tipo de violencia. También considera que está detenido sólo porque su hermano es uno de los terroristas abatidos en Cambrils y ha recordado al magistrado que se entregó voluntariamente después de los ataques.

HOULI DICE QUE ESTABA AMENAZADO

Por su parte, Houli ha leído un texto que tenía preparado en el que asegura que el resto de yihadistas le amenazaron tanto a él como a su familia, aunque no ha especificado de quién provenían dichas amenazas. También ha reprochado que en el auto de procesamiento Andreu no haya tenido en cuenta su colaboración y toda la información que aportó sobre la célula.

El tercer procesado por los atentados de Barcelona y Cambrils, Said Ben Iazza --detenido meses después en Castellón y al que se le atribuye el delito de colaboración en organización terrorista-- no ha querido declarar nada, han indicado las citadas fuentes.

El delito de integración en organización terrorista prevé una pena entre 6 y 14 años de prisión. El de fabricación y tenencia de explosivos entre 8 y 15 años y el de estragos, en grado de tentativa, de 10 a 15 años. El delito de colaboración con organización terrorista está sancionado con penas que oscilan entre los 5 y los 10 años de prisión.

En su auto, el juez deja claro que no procesa a ninguno de los tres por los 16 asesinatos ocurridos durante los atentados, ya que no ve suficientes indicios para afirmar que tuviesen una participación directa, aunque sí ve claro que los tres formaban parte de la célula yihadista.