El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado hoy el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, pero ha considerado que eso "no puede ni debe impedir" que actúe "con responsabilidad" en la defensa de los intereses nacionales y, en consecuencia, España mantenga la venta de armas a Arabia Saudí.

Sánchez ha justificado el mantenimiento de esa venta en su comparecencia ante el pleno del Congreso para informar de la relación con el régimen saudí, así como de las conclusiones de la cumbre europea de la pasada semana.

Un debate que ha derivado en un duro cruce de acusaciones entre Sánchez, el líder del PP, Pablo Casado, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, por diversos asuntos de política nacional como la situación en Cataluña.

Ante esta cuestión, Casado ha llegado a acusar al presidente del Gobierno de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España", al haber tenido que pedir "prestado" su "alojamiento en Moncloa" a los independentistas y a Podemos.

Una acusación que Sánchez ha considerado "llena de ignominia" y ante la que ha advertido de que, mientras no haya una rectificación, no hablará más con el líder de la oposición.

Incluso un asunto en el que hay sintonía entre el Gobierno, PP y Cs como el mantenimiento de la venta de armas a Arabia Saudí ha dado pie también a diversos reproches.

Sánchez ha condenado "sin paliativos" el "terrible" asesinato de Jamal Khashoggi, ante el que ha mostrado su "rechazo, consternación y repulsa", y ha considerado que debe investigarse y caer "todo el peso de la ley" sobre sus responsables.

Pero ha justificado seguir vendiendo armas a Arabia Saudí en la defensa de los intereses de España y del trabajo en sectores estratégicos como los astilleros.

"Si me piden dónde tengo que estar hoy y aquí es en la defensa de los intereses de España, del trabajo de sectores estratégicos, muchos de ellos situados en zonas muy afectadas por el drama del desempleo. Ahí estará mi Gobierno y estaré yo", se ha comprometido, antes de pedir a todos "altura de miras" para compartir esa visión.

Sí ha avanzado que prepara una propuesta "pionera" que situará a su Gobierno "a la cabeza de los controles de verificación y transparencia" en la venta de armas.

Asimismo, ha apelado al consenso para salvaguardar este asunto del debate partidista y ha reivindicado la necesidad de construir "grandes acuerdos" en política internacional para reforzar la imagen exterior de España.

Casado ha reprochado a Sánchez que pida derechos humanos en Arabia Saudí, pero no se una al Grupo de Lima para defender la libertad en Venezuela y condenar la dictadura de Maduro, como han hecho muchos otros países también europeos como Alemania y Francia.

En la misma línea, Rivera ha advertido de que la situación de los derechos humanos "no va por barrios, son mundiales", y por ello ha pedido a Sánchez que diga si defenderá los derechos humanos en su viaje a Cuba (a lo que el presidente ha contestado afirmativamente) o en Venezuela.

Ante la actitud de los presidentes del PP y de Cs, el jefe del Ejecutivo les ha acusado de "no tener vergüenza" y carecer de "escrúpulos" por utilizar el sufrimiento del pueblo venezolano con el objetivo de criticar el apoyo de Podemos al Ejecutivo.

Sánchez ha evidenciado la constante coincidencia de criterios entre el PP y Cs y su cercanía con partidos extremistas como el italiano de la Liga Norte, con el que ha dicho que los populares hacen "manitas" ideológicas, o el español VOX, al que se ha referido como el "trillizo" de la derecha española.

Ha lanzado también críticas a Cs (a cuyo líder cree que se le ha "atragantado" la moción de censura y le ha instado a superarlo) y sobre todo al PP por su actitud en Cataluña.

Un asunto ante al que ha reprochado a Casado ser un "absoluto irresponsable" por asegurar que aprobaría un 155 duro aun sin contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios y demostrar así, a su juicio, que carece de proyecto político para España y para Cataluña.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha exigido a Sánchez que revoque los contratos con Arabia Saudí, busque un comprador alternativo para las fragatas y asegure la carga de trabajo en los astilleros de Cádiz o, si no lo encuentra, que el Ejecutivo asuma el coste.

En nombre de ERC, su portavoz, Joan Tardá, ha atribuido al "apellido Borbón" el apoyo de España a Arabia Saudí y se ha preguntado qué no hará la derecha si un presidente socialista como Sánchez justifica la venta de armas. "Si el señor Casado pudiera, nos fusilaría", ha recalcado.

Aitor Esteban, del PNV, ha asegurado comprender la complejidad que tiene la decisión de vender o no armas a Arabia Saudí y ha instado a Sánchez a esperar e impulsar una solución a nivel europeo, aunque le apoyará si decide suspender los contratos con el país árabe.