La periodista Carmen Enríquez, autora del libro "Sofía: Nuestra reina", considera que doña Sofía "se ha ganado el afecto de todo el mundo" con su "dignidad" y "entereza" ante las adversidades y ha demostrado "mucha generosidad" al renunciar a algunos de sus anteriores cometidos en favor de la Reina Letizia.

En esta obra, editada por Aguilar, que actualiza una biografía de 2010 con motivo del 80 cumpleaños que la Reina Sofía celebrará el próximo día 2, Enríquez repasa su trayectoria y analiza cómo vivió en los últimos años los problemas de su hija Cristina, la relación del Rey Juan Carlos con Corinna y la nueva etapa abierta tras la llegada de su hijo a la Jefatura del Estado.

En una entrevista con Efe, la autora niega que el título del libro suponga un desprecio por la Reina Letizia y precisa que exclusivamente pretende ser un reconocimiento para doña Sofía, que fue consorte del jefe del Estado durante casi 40 años y cuya "veteranía, proximidad y empatía" es valorada por los ciudadanos, que la identifican como "nuestra reina" por todos sus méritos.

Su objetivo vital ha sido siempre "ser útil a los demás", señala Enríquez, quien recuerda que las encuestas la muestran como el miembro de la Familia Real mejor valorado, con un "notable alto", y define como "feminista" su preocupación por los problemas de la mujer, tal como sostiene en el libro María Teresa Fernández de la Vega.

La actual presidenta del Consejo de Estado es, junto a Margarita Salas, Ana Pastor y Paloma O''Shea, una de las cuatro mujeres que relatan sus experiencias junto a doña Sofía en este libro, que recoge testimonios de una veintena de personas relacionadas con ella.

La autora destaca la dignidad y entereza con que afrontó, en estos últimos "diez años de plomo", el divorcio de la infanta Elena, la "dolorosa" repercusión del caso Nóos en la vida de la infanta Cristina y sus hijos -a quienes "ampara y apoya"- y la relación mantenida por don Juan Carlos con Corinna.

En ese punto, valora el sentido de servicio a la institución monárquica con que el Rey Juan Carlos reflexionó sobre su "falta de entendimiento y comunicación" con doña Sofía, una "tirantez" que "era muy negativa" para la Corona, y normalizó una relación que, desde hace año y medio, se caracteriza ya por la "cordialidad".

Sobre la asunción por doña Letizia de funciones que desempeñaba ella antes de la abdicación -en representación de la cooperación española o en entidades como la FAD, Unicef España y el Patronato sobre Discapacidad-, la autora elogia la "normalidad" y gran "generosidad" con que ha aceptado su "pérdida de protagonismo" y sus "importantes" renuncias en favor de su nuera.

"Ha sabido llevar muy bien ese relevo, que no era fácil", reflexiona Enríquez, quien, ante el significativo número de actividades públicas de doña Sofía que ya no figuran en la agenda oficial de la Familia Real, argumenta que observa en la Casa del Rey un "exceso de celo" en su objetivo de demostrar que don Juan Carlos y doña Sofía desempeñan ya un papel secundario.

En opinión de la autora, que trabajó como corresponsal de TVE ante la Casa Real de 1990 a 2007, al mantener la Reina Sofía un elevado ritmo de actividad pública, en la Zarzuela "quieren evitar que la gente piense que hace más cosas que doña Letizia".

En cuanto al famoso vídeo del desencuentro tras la misa de Pascua en la catedral de Palma, sostiene que hubo "una especie de choque de trenes" entre la Reina Letizia y doña Sofía, quien "quizás no tenía que haber insistido tanto" -"las abuelas somos un poco pesadas", bromea Enríquez-, pero lo hizo "porque tiene pocas ocasiones de fotografiarse con sus nietas en un sitio público".

El incidente dio "una imagen muy negativa" de ambas y de la Familia Real, pero supuso un "punto de inflexión" que sirvió para "corregir actitudes" y mostrar un positivo "cambio de conducta" en público a partir de entonces, a juicio de la autora.