El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont solo aparece mencionado en tres ocasiones en el escrito de acusación de la Fiscalía, que le califica como "procesado huido", sin que aborde el rol que desempeñó en los hechos que condujeron a la declaración unilateral de independencia.

El escrito de calificaciones provisionales no está dirigido contra él por estar huido de la justicia y tramitarse su causa en una pieza separada de la principal junto al resto de fugados, en la que figura como procesado.

Pese a estas circunstancias, su nombre solo aparece mencionado en tres ocasiones en las 127 páginas que contiene el relato de hechos que describe la Fiscalía y en acontecimientos de sobra conocidos en el procedimiento.

Su primera mención se refiere a que el 4 de octubre, "los grupos parlamentarios Junts pel Sí y la CUP presentaron una solicitud de comparecencia del presidente Puigdemont ante el Parlamento, a fin de presentar los resultados del referéndum".

Vuelve a aparecer cuando señala que en la tarde del 9 de junio de 2017, el presidente y el vicepresidente de la Generalitat, "el procesado huido Carles Puigdemont" y el acusado Oriol Junqueras, tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno, presentaron en el Palau de la Generalitat la pregunta que se iba a formular el 1-O.

La última y tercera vez que se menciona su nombre es en relación con los incidentes en la Consellería de Economía el 20 de septiembre de 2017, cuando el exlíder de la ANC Jordi Sánchez "aseguró que se había reunido con Carles Puigdemont y que el presidente le había asegurado que habría referéndum".

El expresident del Govern catalán abandonó España la noche del 29 al 30 de octubre con destino a Bélgica donde ha establecido su residencia temporal en la localidad belga de Waterloo.

Su causa judicial en el Supremo permanece congelada tras la retirada de la euroorden que pesaba contra él, cuando Alemania solo aceptó extraditarle por malversación pero no por rebelión como reclamaba el juez instructor Pablo Llarena.

Fuentes jurídicas consultadas afirman que la reactivación del procedimiento contra él y el resto de fugados dependerá en gran medida de la sentencia que se dicte en el juicio de la pieza principal, en particular de la gravedad de los hechos y las penas que se impongan a los acusados.

Aunque reconocen también que un posible respaldo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), al que todos los acusados han anunciado que acudirán en caso de condena, ayudaría mucho a reactivar la euroorden contra los huidos porque se contaría con un contexto internacional más favorable.